9 tipos de conflicto narrativo
Uno de los elementos más importantes en toda novela es el conflicto narrativo. Se suele definir el “conflicto narrativo” como la disputa de dos o más bandos por lograr un mismo objetivo o bien por impedir que el contrario lo consiga. Toda obra de ficción contiene un conflicto que necesita resolverse por parte de los personajes, de modo que forma parte de los 6 elementos básicos de la narración junto con la Historia, el Argumento, el Personaje, los Obstáculos y el Clímax.
El conflicto narrativo nos ayuda a mantener el ritmo narrativo, nos guía en la obra a fin de que lleguemos a un puerto seguro (el clímax) y debemos diseñarlo de forma que tenga un buen detonante inicial que enganche al lector, así como gestionar su evolución de forma correcta para que la novela sea interesante. Para conseguir esto, los personajes son cruciales, ya que serán el vehículo canalizador del conflicto. Pero, ante todo, debemos tener muy claro qué tipo de conflicto narrativo vamos a plantear ante el lector. Para ello, os presentamos las principales tipologías de conflicto narrativo existentes:
Religioso
Solemos pensar que forman parte del pasado o que pertenecen a sociedades que deben evolucionar. Pero el conflicto espiritual sigue vigente. En este tipo de fricciones el individuo reivindica una conciencia distinta a la que predomina y le hace entrar en un conflicto con él mismo y con el entorno.
Político
El conflicto político o ideológico tiene similitudes con el espiritual porque se refiere a las creencias y convicciones del ser humano. En él es fundamental mostrar el concepto que tiene el personaje principal del mundo en el que vive y cómo esa visión personal lo lleva a enfrentarse a él.
Histórico
En los conflictos narrativos de caracter histórico hay que cuidar en especial la relación entre individuo y el acontecimiento histórico en el que desarrollamos la trama, de modo que la fricción entre ambos quede clara y constituya el motor de la acción. Debemos cuidar también de no asignar a los protagonistas de nuestras historias ideas y pensamientos actuales, pues estaríamos incurriendo en anacronías.
Con la autoridad
Hay que tener cuidado con no confundir el tema del poder con el conflicto del poder. En el primer caso ofreceríamos un mensaje, una reflexión sobre el poder; en el segundo, éste se erige como motor de la fricción y es lo que hace avanzar la trama. No tiene que ser un conflicto con la policía. Puede serlo también entre alumno y profesora, padres e hijos, empresarios y trabajadores, etc.
En la esfera privada
Tendemos a pensar que el conflicto narrativo se relaciona con aspectos muy importantes, pero a menudo las personas que nos hacen sufrir, superarnos y avanzar se encuentran en nuestro entorno inmediato. Jane Austen afirmó que «para escribir, 3 o 4 familias provincianas resultan perfectas». Así, por ejemplo, un conflicto entre dos hermanos puede dar pie a toda una novela.
De género o sexual
Este conflicto se refiere no tanto a las fricciones particulares que han sentido hombres y mujeres a lo largo de la historia si no a los conflictos generados entre ellos debido a su diferenciación de género o su inclinación sexual. Este tipo de conflicto implica una transgresión cultural, social y sexual y suele generar reacciones intensas. Aquí se incluirían, por ejemplo, conflictos relacionados con la inclinación homosexual, la transexualidad, etc.
Amoroso
Es el tema estrella de la literatura y hay infinidad de variantes: amor no correspondido, amores que fracasan, amores cuyo encuentro es imposible, definiciones de amor, la búsqueda del amor verdadero, amores con final agónico, otros con final feliz… El amor es uno de los ejes de la existencia del ser humano, y es normal que la literatura sea rica en conflictos sobre la necesidad de amar y ser amado.
Social o cultural
A menudo ocurre que las emociones, los pensamientos y las convicciones de una persona se dan de bruces contra su entorno y en esos casos se produce una fricción que domina su existencia. Entran en este campo, por ejemplo, las luchas de clases, el intento de las clases bajas por obtener derechos que siempre han pertenecido a los gobernantes, la Iglesia o la nobleza.
Interior
Abarca todas las tensiones relacionadas con las fricciones autoprovocadas. A veces nos boicoteamos a nosotros mismos, nos sentimos desorientados, confusos, incómodos con nuestra forma de pensar o de manejar nuestras emociones. No parece haber ningún desencadenante externo, sino que existe un malestar interno.
Como decimos, el conflicto narrativo es uno de los elementos básicos de toda narración; si lo creamos potente, lograremos que el lector se interese por nuestra obra, de modo que tenemos que prestarle una especial atención a la hora de planificar nuestra novela.
El Conflicto lo desarrollamos en el Capítulo I de nuestro Taller de Iniciación a la Narrativa y, con más profundidad, en el Capítulo II de nuestro Taller Avanzado de Narrativa.
muy muy vueno
vuenisimooo
Gracias por éste maravilloso artículo, me sirvio mucho para una tarea especial.
Muy bueno, buenisimo.
Gracias