«El estilo es eso; el estilo no es nada. El estilo es escribir de tal modo que quien lea piense: esto no es nada. Que piense: esto lo hago yo. Y que, sin embargo, no pueda hacer eso tan sencillo quien así lo crea; y que eso que no es nada, sea lo más difícil, lo más trabajoso, lo más complicado». Estas palabras no son mías, son de Azorín, y han sido extraídas de Un pueblecito. Riofrío de Ávila. Y en esas líneas están condensadas las claves que definen el espíritu de este curso de estilo literario: sencillez, originalidad y esfuerzo.
Primera clave de un curso de estilo literario: sencillez
Muchas veces, en los cursos de este tipo, se opta por un lenguaje retórico elevado y cultísimo. ¿Por qué decir mañana precipitará en forma de nieve cuando podemos decir mañana nevará? Estos serán los primeros pasos de este curso: establecer una clara distinción entre lo omisible y lo necesario en tu texto. Parece que cuanto más desconocidas sean las palabras que un escritor utiliza, mejor escribe. Y no, en absoluto. Prepara el lápiz, sí, pero también la goma de borrar y la papelera.
En armonía con esta sencillez, en el curso de estilo literario los conceptos se desglosarán con brevedad y claridad. Huiremos del habitual relleno teórico y todo se demostrará a través de ejemplos, con la práctica, mientras sea posible. Por ello, el corpus de ejemplos toma referencias de muchas disciplinas: poemas, novelas, relatos, cuentos, anuncios publicitarios, canciones, cine, cuadros, ilustraciones… ¿Esperas darle un ritmo musical a ese párrafo sin escuchar música?, ¿pretendes jugar con los sonidos de las palabras sin oír un poema?, ¿esperas crear una imagen que perdure en el lector sin analizar un plano cinematográfico o una pintura?
El buen estilo literario se alcanza a través de la referencia, de la inspiración en lo que ya se ha hecho. Pero no debemos tener como fin imitar esas fuentes de las que uno bebe placenteramente. La imitación es el medio. El fin es otro: trascender, apoyándonos en ese buen hacer, para poder escribir algo mejor; ser originales.
Segunda clave de un curso de estilo literario: originalidad
¿Qué me diferencia de otras personas? Dicen muchos manuales de estilo literario que todos llevamos dentro una figura literaria con la que conectamos de forma instintiva. Si eres apasionado, quizás lo tuyo sean las exageraciones; la hipérbole. Mientras, si te encuentras cómoda en tu pequeño mundo caótico, quizás lo tuyo sea el desorden; el hipérbaton. Por otro lado, si en tu mente las cosas suelen ser blancas o negras, sin duda te encontrarás bien amparado en el contraste; la antítesis. Si practicas recurrentemente el sarcasmo con tus semejantes entonces lo tuyo es la ironía. Para que descubras tu figura retórica, en este curso de estilo literario he preparado centenares de ejemplos, una bibliografía y puñados de ejercicios inspiradores. Porque me he propuesto como objetivo que te conozcas, que te conviertas en un gran escritor o una gran escritora, no que completes un simple curso.
Para ello, pondré a tu disposición una cuidada selección de textos que, o bien hunden sus raíces en el siglo XIX (Émile Zola, Marcel Proust), o bien fueron publicados el pasado 2020 (Isaac Rosa, Mariana Enríquez); que proceden de sitios tan diversos como Hispanoamérica (Jorge Luis Borges, Juan Rulfo), Estados Unidos (Mark Twain, Flannery O’Connor), Asia (Kazuo Ishiguro, Haruki Murakami), etc. También autores y autoras que cultivan géneros menos habituales como el gótico sureño (William Faulkner), la novela negra (Fred Vargas), el cuento (Julio Cortázar); sin olvidar otros más como el realismo mágico (Gabriel García Márquez) o la poesía (José Hierro). En la selección hay personalidades de tipo: de ideología claramente conservadora (Ernest Hemingway) y otros activistas por los derechos civiles (Maya Angelou); algunos más introvertidos (Patrick Süskind) y otros más excéntricos (Stephen King). Y así podría continuar hasta alcanzar más de cien nombres, cada uno de ellos con sus propias propuestas de ejercicios.
Porque si os vais a apuntar a un curso de estilo literario como este debéis tener algo claro: lograr un buen estilo exige muchas lecturas y paciencia, muchas escrituras y esfuerzo.
Tercera clave de un curso de estilo literario: esfuerzo
Cuando se habla del esfuerzo en un curso de estilo literario, uno piensa que eso significa que se va a pasar el día escribiendo. Pero eso ya podéis hacerlo en vuestras casas, a solas, sin que le paguéis a nadie por ello. El buen estilo literario viene más condicionado por la lectura (crítica) que por la escritura. Porque de poco sirve que escribas páginas y páginas si no entiendes cómo funciona la sintaxis de párrafos. Porque es inútil que escribas una escena de acción si no cuentas con recursos léxicos para darle velocidad al fragmento. Porque será en vano escribir una novela extensa si tu narrador no utiliza adecuadamente los tiempos verbales. En definitiva, para escribir un buen texto, necesitas analizar y estudiar por qué los textos que funcionan tan bien nos fascinan tanto, a pesar de llevar siglos sobre el papel.
También escribiremos, por supuesto, pero escribiremos para leer y leernos, para conocernos a nosotros mismos y para conocer la psicología y la lingüística que entrañan las palabras, las oraciones, los párrafos. Así que, si estás dispuesto o dispuesta a esforzarte y quieres encontrar un estilo propio y original para tus textos, te espero el próximo 22 de enero a las 18.00 en la primera clase de este flamante curso de Caja de Letras. Si crees que esto no es para ti, siempre puedes seguir recurriendo a correctores como yo: estaremos encantados de adecentar tu novela por un precio que probablemente será mucho mayor que el de este curso.
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