Puede que lo intuyas, que lo sepas o que tus jugadores lo hayan dejado caer de manera más o menos indirecta, pero la sensación de que eres un director de juego tirano planea sobre la mesa de juego. Quizá no durante todo el tiempo, ni en todas las partidas, pero ahí está. Una buena idea sería preguntar a tus jugadores. Aunque puede que te mientan o que se vayan por las ramas. Al fin y al cabo, ¿quién puede fiarse de los jugadores?
¿Soy un director de juego tirano?
Lo primero es saber qué diablos es un director de juego tirano (o máster, árbitro, narrador, guardián, etc). Pues básicamente es el director de juego que ha planificado una partida, sabe por donde va ir, lo que los jugadores van a hacer y cómo va a acabar. ¿Y cómo es que sabe todo esto? Pues muy fácil. Porque llegado el momento, si las cosas se desvían, las encaminará con cualquier método a su alcance.
Algunas de sus estrategias son:
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Tiradas detrás de la pantalla con tendencia a éxitos especiales, críticos, pifias, dados que explotan hasta el infinito y siempre para el beneficio de la historia que él quiere contar.
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Guiar la creación de personajes o directamente dar a los personajes ya creados.
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Reglas de la casa express que solo funcionan en la situación que él quiere.
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Cualquier versión de la frase “Tu (añadir alineamiento, naturaleza, arquetipo, trasfondo, conducta, etc, según el juego) no te deja hacer eso.
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Amenaza con penalización mecánica o narrativa si el jugador decide seguir por su camino.
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Enemigos que se duplican mágicamente después de un turno de matanza brutal de sus jugadores.
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Capacidad para ignorar durante horas a ese jugador que ha decidido tomar un camino diferente (y equivocado según el DJ).
Y hacer esto es malo, ¿verdad? Pues sí… o no del todo.
Tener herramientas para reorientar una situación en una mesa, cambiar una escena en el momento para adaptarla para que se adecue más a las necesidades lúdicas, saber cuando hacer un chequeo oculto tramposo o dar alguna pincelada los PJ par que se integren en la campaña demuestra una gran habilidad por parte del DJ. Lo que importa en este caso son los motivos. Si lo haces para diversión general de la mesa es perfecto, si lo haces SOLO para que la partida se desarrolle exactamente como la tienes en tu cabeza, eres un director de juego tirano.
¿Te identificas con esto? Si la respuesta es “sí”, o incluso “puede” sigue leyendo.
Director de juego tirano, ¡ponte a escribir!
Has leído hasta aquí y ya sabes si eres un tirano, un poco tirano o semitirano de nivel 3. Tú mismo acabas de ver que a veces se te va un poco la cabeza con el control y piensas en cambiar cosas. Muy bien el primer paso es aceptarlo. Pero no te sientas mal, o por lo menos no del todo. Piensa en dar un poco de manga ancha en la próxima partida. Aquí no hemos venido a explicarte cómo dirigir de otra manera. Hemos venido a darte alternativas para potenciar la parte positiva de ser como eres.
El director de juego tirano tiene una cosa que vale más que el oro: la planificación. Será raro que no tenga libretas y libretas explicando la partida, o llenas de datos interesantes sobre el mundo y de cómo las acciones de los personajes irán moviendo los complejos engranajes de una trama planificada y medida para tener sus altibajos, sus escenas emotivas, su implicación emocional. ¿Y cómo llamamos a esto cuando nos ponemos a escribir? Planificación.
La planificación eficiente es una de las cosas más difíciles de afinar en el momento en que te pones a escribir. ¡Y tú tienes las neuronas peladas de planificar hasta el milímetro!
¡Ponte a escribir! Deja un poco el rol de lado (sin abandonarlo nunca, el rol es lo más) para aprovechar todo ese trabajo y plasmarlo en una novela. No nos prives al resto de mortales de tus tramas, tu planificación, tu aventura sin igual. ¡Quítasela a esos jugadores lloricas que nunca toman la decisión correcta y ofrécela al mundo!
Pasar de director de juego a escritor
Hay tres razones principales para ello: Podrás soltar un poco el ansia de control, así, cuando vuelvas a la mesa, tus jugadores serán un poco más libres. Incluso puede que alguno pille el relevo y te dirija alguna memorable partida. Otra de las razones es vengarte de tus jugadores transcribiendo esa partida magnífica que tenías en mente pero haciendo que sus personajes actúen como tú querías. ¡Que sepan lo que se han perdido! Pero la más importante es que vas a poder hacer lo que te pide el cuerpo: Vas a contar esa historia tal y como tú quieres.
Por dónde empiezo
¿Recuerdas tu primera partida como director de juego? Has aprendido tanto desde ese momento… Te has curtido, y mucho. La experiencia hace al maestro. Pues con escribir pasa lo mismo. No es solo poner una letra detrás de otra, hay que hacerlo bien. Saber hilar palabras, despertar emociones y enganchar a un lector. La ventaja que tienes ahora mismo es que ya has empezado a trastear con historia y a base de ensayo-error algo habrás aprendido. Y es un algo importante.
El hecho de que hayas leído esta entrada en este blog ya dice que te interesa el mundo de la escritura. Te has hartado de consumir historias leídas o visionadas pero ahora te toca poner tu toque personal.. Hay muchas academias de escritura, cursos sobre creación literaria, masters universitarios sobre creación literaria, consejos en youtube, twitter o en facebook, gurus de la escritura, masterclass de auténticas primeras espadas del mundillo. Pero no todas son iguales. Mi consejo es que busques Caja de letras. Tienen cursos orientados a géneros con muchos paralelismos con los géneros roleros como el de fantasía, ciencia ficción, construcción de idiomas, etc. Además los profesores son directores de juego veteranos… y muchos de los alumnos también. ¿Por qué será?
Y si eres un jugador y has visto a tu director de juego retratado en este artículo comparte y etiqueta a tu master. Así.. como indirecta. Quizá suelte el ansia de control escribiendo y luego sea más flexible en las partidas.
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