El libro del mes: ¿Dónde están los niños?
La elección para decidirme sobre qué libro hablar este mes ha sido extremadamente difícil. Al margen de que la tercera ola de calor que estamos sufriendo, me ha dejado las neuronas como una porción de mantequilla demasiado extendida sobre una tostada, he de reconocer que la señora Mary Higgins Clark posee una obra tan extensa que es complicado elegir. Pero al final, con este criterio un poco anárquico que me caracteriza, esta ha sido la premiada: “¿Dónde están los niños?»
Sinopsis
Una joven madre es acusada del asesinato de sus dos hijos. Ambos desaparecen el día de su cumpleaños para, posteriormente, ser encontrados ahogados, maniatados y con una bolsa de plástico cubriéndoles la cabeza.
Tras ser puesta en libertad por fallos judiciales y trasladarse a otra ciudad, rehace su vida. Se casa y tiene dos hijos con su nuevo marido. Pero la historia se repite. El día de su cumpleaños sus hijos vuelven a desaparecer en un “deja vu” que se desvelará a través de las páginas de esta novela corta para llevarnos a un clímax interesante que resolverá de forma eficiente el misterio.
La Novela
«¿Dónde están los niños?» quizás no sea la mejor novela de Higgins, pero es la primera. Y sinceramente una de las mejores, según mi modesta opinión.
Es una novela corta, apenas cuenta con 200 páginas, que Higgins trabaja perfectamente volviendo al género de suspense que tanto le gustaba cuando comenzó a escribir. De hecho, hasta aproximadamente 1960, publicaba regularmente relatos cortos con bastante éxito centrados en este género, pero la caída de seguidores para este formato en esos años le hizo perder su trabajo.
Su editor y las estrecheces económicas que por los años setenta pasaba la economía familiar le hicieron tomar la resolución de escribir una novela que le hiciera mejorar su renta. Así se decidió por el género que más satisfacción le había producido hasta ese momento, el suspense, que marcaría parte muy importante de su posterior obra literaria.
Publicada en 1975, la compañía “Simón y Schuster” ofreció por la novela 3.000 dólares, que Higgins aceptó pese a considerarla una cantidad escasa. Su situación económica no era la más indicada en ese momento para esperar y regatear el precio. Meses más tarde comprobaría que sus sospechas no eran infundadas al venderse los derechos de la misma por cien mil dólares. La novela no solo obtuvo unas críticas más que aceptables, sino que fue todo un éxito de ventas. Así que cumplió doble papel: mantener a la familia y conseguir que su siguiente novela fuera vendida por un millón y medio de dólares.
En esta novela, al igual que en las posteriores, podemos observar como Higgins nos presenta a una mujer fuerte, independiente y coherente con sus decisiones, teniendo que resolver por sí misma la situación planteada, haciéndonos participes del problema y creer que lo que estamos leyendo nos podría ocurrir a cualquiera de nosotros. Higgins consigue un argumento sólido, ligero y que va desgranando de forma gradual hasta hacernos ver como sospechosos a gran parte de los personajes que pululan por la novela. De hecho, Higgins se gana a pulso el título de “Reina del suspense” desde el momento en que empieza a escribir, y esta novela le da la razón merecidamente a quien le dio este apelativo.
«¿Dónde están los niños?» Y El Cine
Y como siempre, sabéis de mi afición al cine y, dicho sea de paso, ¿qué autor no firmaría antes de publicar su novela que esta fuera llevada al cine? Ninguno. Higgins no es una excepción. De hecho muchas de sus novelas han sido llevadas a la pantalla.
«¿Dónde están los niños?» se rodó en 1986 de la mano de Bruce Malmuth.
Y muy a pesar mío, lo juro, no he encontrado enlace alguno de su película. Quizás porque todas las novelas llevadas a la pantalla de Higgins no han sido al cine. Creo que todas lo han hecho a través de cintas pensadas para televisión.
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