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El autor del mes: Walt Whitman

Autor del Mes

Primeros años de Walt Whitman

Nació el 31 de mayo de 1819 en West Hills, Long Island. Sus padres, Walter y Louisa Van Velsor Whitman, tenían creencias afines a los cuáqueros, una comunidad religiosa que pretende revivir el cristianismo primitivo, aunque no tiene unas creencias establecidas. Walter “Walt” Whitman era el segundo de nueve hermanos.

Tenía cuatro años cuando la familia se traslada a Brooklyn, donde estudia hasta los diez años, después comenzó a trabajar como aprendiz en una imprenta, pero acabaría trabajando como aprendiz en el semanario de Long Island The Patriot, y después en el The Long-Island Star, trabajos que tuvo que dejar, viéndose obligado a convertirse en maestro.  El pueblo que le contrató no podía pagarle mucho y la escuela no tenía un edificio propio, por lo que se instalaba en habitaciónes y locales que iban cediendo para este fin. Durante los cinco años siguiente llegaría a trabajar de profesor hasta en nueve ciudades distintas. Esta falta de estabilidad, unida a que no era defensor de los castigos físicos ni de la disciplina severa, lo llevarían a dejar la enseñanza para fundar su propio periódico: el Long-Islander, en Huntington, que vendería un año después. Los dos años siguientes los pasó como editor en el famoso Brooklyn Eagle, pero perdió el trabajo en 1848, cuando se alineó con el partido demócrata, que se manifestaba en contra del dueño del periódico, Isaac Van Anden, perteneciente al sector conservador del mismo partido. Whitman fue delegado en la convención fundadora del Free Soil Party (Partido de la Tierra Libre) de 1848.

La obra de su vida: Hojas de Hierba

En  1842 escribió su única novela, ‘Franklin Evans, el borracho’, que pasó al olvido incluso por parte del autor, que renegaba de ella. La primera de las innumerables ediciones de Hojas de Hierba apareció en 1855. Sus poemas se convertirían en un canto a la vida, a la naturaleza, a la democracia, a la grandeza del hombre… Esta obra le convirtió en el primer poeta en desvincularse de los cánones de la poesía inglesa. Está considerado como el fundador de la poesía moderna en el XIX.

Él mismo pagó la publicación de su primera edición. Imprimió casi ochocientas copias y, aunque la edición fue anónima, había un retrato suyo ocupando la portada. El libro fue muy bien recibido por parte de Ralph Waldo Emerson, quien le escribió a Whitman una extensa carta llena de alabanzas. Pero no todas las criticas serían tan amables; el supuesto sesgo obsceno de su poesía haría que el libro fuese descrito  como “basura profana y obscena». En los meses siguientes a la publicación, las críticas comenzaron a centrarse en lo “ofensivo” de los temas sexuales que trataba más que en la poesía misma. Esto hizo que la segunda edición fuese frenada por el editor. Por esta época, Whitman recibiría visitas tan eminentes como la de Henry David Thoreau.

Durante las primeras publicaciones de «Hojas de hierba», Whitman tuvo dificultades financieras y se vio forzado a trabajar otra vez como periodista, específicamente en el Brooklyn’s Daily Times, comenzando en mayo de 1857. Como editor, revisaba los contenidos de los escritos, contribuía con críticas literarias y escribía editoriales. Abandonó el trabajo en 1859, si que esté claro si fue despedido o decidió irse.

Sus últimos años

Tras la guerra, un amigo lo ayudó a conseguir un trabajo de pocas horas en una oficina del ejército, dejando tiempo a Whitman para ofrecerse de voluntario como enfermero en los hospitales militares. Escribiría sobre esta experiencia en El gran ejército de la Enfermedad y en Memorias de la guerra. Más tarde contactó con Emerson para pedirle ayuda para la obtención de un puesto gubernamental. Desde entonces trabajaría para el gobierno de un modo u otro.

Después de sufrir un accidente cerebrovascular en los albores de 1873, Whitman comenzó a vivir con sus hermanos, centrado únicamente en escribir, empezó una época altamente productiva en la que recibiría la visita de Oscar Wilde, una experiencia sobre la que ambos hablarían a todo el mundo; la complicidad entre ambos poetas fue inmediata.

Mientras se aproximaba el fin del año 1891, preparó una edición final de Hojas de Hierba sobre la que escribió “Hojas de Hierba al fin está completa, después de treinta y tres años de mutilaciones, en todos los tiempos y humores de mi vida, en clima pobre y completo, en todas partes de la tierra, en paz y en guerra, joven y anciano».

En su última semana de vida estaba tan débil que no podía usar ni siquiera un cuchillo o un tenedor y escribió: “Sufro todo el tiempo. No tengo alivio, ninguna escapatoria: es monotonía – monotonía – monotonía en el dolor”.

Whitman murió en marzo de 1892. Más de mil personas visitaron la capilla ardiente. Fue enterrado cuatro días después en el cementerio de Harleigh (Camden).

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