En este artículo volvemos a Las Metamorfosisde Ovidio para hablar de uno de los mitos más violentos y terribles que recoge el autor romano: el de las princesas atenienses Filomela y Procne. Para ello, hemos entrevistado a Pilar Bellver, autora de una de las últimas reescrituras de este mito VyV. Violación y Venganza (Dos Bigotes, 2017).Filomela y Procne eran dos hermanas que se querían muchísimo, sin embargo, tuvieron que separarse cuando la mayor de ellas, Procne, contrajo matrimonio con Tereo, rey de Tracia. Cinco años después, Procne le pidió a su marido que trajera a su hermana para una visita y, por tanto, Tereo se dirigió a Atenas. Una vez allí, el rey se encaprichó de la belleza y juventud de Filomela, así que se esforzó mucho en convencer a su suegro de que permitiera a su cuñada marchar con él. Nada más desembarcar en Tracia, Tereo llevó a Filomela a un establo donde la violó y le cortó la lengua, para después dejarla encerrada allí. Sin embargo, la joven se las apañó para tejer un tapiz todo lo que había sucedido y hacérselo llegar a su hermana. La reina Procne se disfrazó entonces de ménade, aprovechando que eran las fiestas del dios Baco, y se apresuró a rescatar a su hermana junto a la que planea una venganza contra su marido, que incluye servirle a su propio hijo como alimento. Al final, los dioses intervienen y transforman en aves a los tres protagonistas de esta historia.Este mito ha tenido bastante repercusión dentro de la cultura y el arte occidental. Inspiró la obra Tito Andronicus de Shakespeare y, aún hoy, hay autoras que se atreven a ofrecernos nuevas miradas sobre esta historia. Entre ellas, Pilar Bellver que contextualiza el mito en la España actual y une esta historia amor filial y venganza a las reivindicaciones de la organización ecologista clandestina Grupo para la Globalización de la Destrucción (GGD).Pilar Bellver es (Villacarrillo, Jaén, 19 de abril de 1961) es una escritora española, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha escrito numerosas novelas, que destacan por su componente crítico, entre ellas:A todos nos matan antes de morir(Algaida, 2010) y A Virginia le gustaba Vita (Dos Bigotes, 2016). Gran parte de su obra puede disfrutarse de manera gratuita en su web personal (http://pilarbellver.es/index.php).Al comenzar Violación y Venganza una tiene la impresión de estar adentrándose en una de las grandes novelas decimonónicas, tanto por el ritmo como por las protagonistas y la temática familiar. ¿Hay algo de homenaje a ellas en esta novela además de al mito de Ovidio? En cierto modo sí, bien visto. En la novela se menciona de pasada a los grandes autores rusos del XIX, con muchos guiños a las semejanzas que yo he encontrado siempre entre los retratos que hacen autores como Goncharov o Tolstoi de la nobleza rural rusa y nuestros señoritos andaluces. Especialmente la semejanza entre la figura de los administradores de esos nobles rusos y los administradores de las fincas de los señoritos andaluces. La novela se remonta, durante un par de capítulos o tres del principio, a los tiempos inmediatamente posteriores a la muerte de Franco y hace un retrato breve de la sociedad de los terratenientes en esos momentos de cambio tan especiales para ellos. Me pareció que los utensilios de la novela realista del XIX eran los más eficaces con los que contaba yo para abordar esa etapa histórica. Y creo que está dicho así casi textualmente en algunos renglones. Y está dicho porque me gusta ir dejando pistas en el texto para que mis lectoras más agudas puedan rastrear, si les apetece o están aprendiendo a escribir, las fuentes de las que me valgo.Otra cosa que me llamó poderosamente la atención es que la narración parece moverse a menudo en el terreno de lo oral. Las conversaciones son una parte vital de la novela, además de muy vividas y profundas. ¿Por qué decidiste emplear este estilo? Porque las mujeres somos pura “oralidad” y los personajes más importantes de la novela son mujeres. Dedicamos mucho tiempo a charlar entre nosotras: amigas, hermanas madres, compañeras de trabajo, abuelas, vecinas… Lo oral nos define a nosotras mucho más que a los hombres. Cimentamos nuestras relaciones en la conversación. Y en las cartas. También hay muchas cartas en la novela, cartas de papel y de correo electrónico.La relación entre las hermanas Procne y Filomela es el motor del libro. ¿Podrías contarnos un poco cómo diseñaste la dinámica entre ellas?El mito de Ovidio nos da a entender que esas dos hermanas se quisieron mucho, se criaron juntas y, llegado el momento de sus vidas en que se separaron, se echaron muchísimo de menos. Tanto es así, que la tragedia que narra el mito se desencadena en cierto modo porque Progne echa tanto de menos a su hermana, que necesita tenerla a su lado y le pide a Tereo que vaya a Atenas a buscarla y convenza a Pandión, el padre de ambas, para que la deje venir a quedarse con ella una temporada. La unión entre ambas es de una “sororidad” emocionante. Conozco pocas historias en las que el “hermana, yo sí te creo” ante una violación sea más literal o quede más patente que en este mito. Por eso tuve que empezar la novela en la adolescencia de ellas dos, porque tenía que cimentar narrativamente los lazos que luego resultarán ser potentes e imposibles de romper por nada (y menos por nadie).En tu novela, representas a mujeres ricas y poderosas casadas con hombres mezquinos que buscan controlar su riqueza. Es muy interesante cómo subviertes el estereotipo de “la cazafortunas”. ¿Por qué has decidido adaptar el mito de esta manera? En realidad, según la tradición griega, Pandión, el padre de Progne y de Filomela, se casó con Zeuxipe, que resulta que era su tía. Se supone que una tía es mayor que un sobrino. Y ahora te hago yo una pregunta a ti: cuando un hombre se casa con una mujer mayor que él, ¿quién se supone que tiene la pasta, él o ella? Al menos en mi tierra y durante siglos, si la mayor es ella, las fincas también son de ella. No he inventado nada, me he limitado a escuchar lo que se oía a través de las rendijas del mito. Por otro lado, Tereo es un mercenario, como tal aparece en el mito, como un reyezuelo de Tracia (la actual Turquía) al que Pandión, el rey de Atenas, llama para que le ayude a ganar una guerra que tiene con un vecino. Tereo le ayuda y Pandión le da en pago a su hija mayor, por eso Progne se convierte en esposa de Tereo. Todo está dicho así tal cual en el mito. Sotovoce, es cierto, pero está. No hay más que ponerse las “gafas moradas” para verlo. Yo he trasladado los personajes y ese juego de relaciones entre ellos a nuestro siglo XXI. ¿Y quiénes son los mercenarios de nuestro tiempo?, porque siguen existiendo. ¿Quiénes son los guerreros a sueldo modernos que los ricos contratan para que les ayuden a ganar sus guerras particulares? Son los abogados. Tereo es el abogado de Pandión. Un advenedizo sin dinero que consigue dar el braguetazo casándose con la hija del rico. Parece de novelón de serie B, pero es en realidad uno de los mitos griegos más cautivadores y profundos.También me gustaría preguntarte por tu otra novela, A Virginia le gustaba Vita, que supongo que tuvo que requerir un importante esfuerzo de documentación, ¿cómo fue recrear la relación entre estas dos escritoras? Primero fue un relato y yo lo entregué como tal para formar parte de la antología Ábreme con cuidad, que publicó Dos Bigotes.Pero nada más entregar el relato yo seguí escribiendo la historia tal como la tenía en la cabeza porque no me había cabido en sólo 50 páginas. Había leído todo lo legible sobre ambas mujeres y me faltaron unas 150 páginas más para contar lo que quería contar sobre ellas. El trabajo de documentación fue en realidad un trabajo de refresco de la memoria, porque Virginia Woolf y Vita son personajes a los que conocí siendo yo muy joven. Virginia ha sido siempre una escritora clave para las feministas y yo he sido feminista siempre. Y las dos, cada una a su manera, me ayudaron a asumir mi lesbianismo con alegría. Mi novela es, en cierto modo, una forma de pagar una deuda de gratitud. Por eso tiene el epílogo que tiene, dirigido a las mujeres que tienen ahora la edad que yo tenía cuando descubrí el amor entre ambas. Por último, en la obra estableces un claro vínculo entre feminismo y ecologismo, ¿cuál piensas que es la relación entre estos dos movimientos? Tiene que ser, está siendo y lo será, una relación inseparable. En mi novela esa unión se da con más fuerza en América Latina, en torno a la Amazonía. Y viene representada narrativamente por la presencia del GGD, el Grupo para la Globalización de la Destrucción, que es un personaje más dentro de la novela. Creo que el cuerpo de las mujeres en general (y de las pobres en particular) es maltratado, expropiado y colonizado por el patriarcado capitalista con la misma saña, y basándose en el mismo sustrato ideológico, con la que el sistema está destruyendo los bosques y las tierras de los pueblos indígenas. Y así se cuenta en mi novela. Las mujeres feministas indígenas nos están enseñando a las europeas y occidentales del primer mundo que la lucha por la defensa de sus tierras, sus bosques y su medio ambiente es inseparable de la lucha por la defensa de sus cuerpos de mujer y sus derechos como ciudadanas. Ya ninguna revolución que merezca ese nombre podrá ser nunca más parcial; no habrá una revolución obrera si no es una revolución feminista, ecologista, antirracista, antiespecista, antiheterosexista… Si ya hemos visto que el capitalismo patriarcal es global y se fundamenta en una suma de opresiones, tendremos que admitir que la única forma de vencerlo será aunando y asumiendo todas las luchas de todes les oprimides del planeta.
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