Ante todo disculpad la demora del artículo pero son tiempos tempestuosos y las circunstancias no me han permitido estar al pie del cañón como siempre. No obstante, lo bueno se hace esperar y no es para menos, ya que este es el primero de una serie de artículos sobre la que se cree es la primera novela de la historia de la humanidad. Y esto lo digo con mucho tiento porque es posible que alguien diga: “¡Ese es nuestro Quijote!” o que no considere esta obra una novela como tal ya que es complicada de clasificar…. pero ¿de qué hablo? Pues de una obra clave de la literatura japonesa, el Genji Monogatari, más conocido en nuestros territorios como “La historia de Genji”.
Pero primero vamos a situarnos, ¿por qué es difícil su clasificación? Bueno, parece que casi todos los expertos están de acuerdo en esto y ya la han llamado “La novela de Genji”, porque la obra en si no tiene titulo, para empezar. Se trata de un manuscrito compuesto por 54 rollos (kakimono), que cuentan la vida del susodicho príncipe Hikaru Genji, un noble que vivió presumiblemente en torno al siglo X, principios del XI.
Esta obra tiene dos partes, una dedicada estrictamente a la vida del propio príncipe Genji y la segunda dedicada a su descendencia después de la muerte de éste. Podríamos entonces llegar a la conclusión de que se trata de una obra del género biográfico pero es mucho más que eso, esta obra tiene muchas capas, hay varios trasfondos que debemos analizar como su relación con la moral budista amida, ya que muchas circunstancias de las que cuenta parecen ser ejemplos moralizantes o el lenguaje poético que utiliza tan a menudo, muy común en una época llena de grandes poetas.
Vamos a empezar por hablar de la autora a la que se le atribuye la obra, ya que ésta no está firmada. Sin embargo se cree que la autora es Murasaki Shikibu ya que en su “Diario de la dama Murasaki” se encuentran muchas anécdotas sobre la realeza que coinciden con las narradas en el “Genji Monogatari” e incluso hay notas aclaratorias al mismo.
¿Y quién fue esta misteriosa dama? Pues como decimos aquí, de casta le viene al galgo porque era hija de un modesto literato pero nieta de un célebre poeta, Fujiwara no Kanesuke, cuyas poesías waka siguen siendo muy populares incluso hoy en día, más de mil años después. Quizá es por eso que en muchas partes de su obra nos encontremos con fragmentos de poemas y utilice ese lenguaje tan propio del verso y menos de la prosa.
Su vida fue un poco desgraciada dentro de su posición “privilegiada”, claro, no olvidemos que formaba parte del antiguo clan Fujiwara, una familia de funcionarios letrados de la mediana nobleza por aquel entonces. Las fatalidades de su vida empiezan con la muerte de su madre poco después de su nacimiento, seguida de la muerte de su hermana mayor de la que dependía y, finalmente cuando ya está casada y con un hijo, fallece su marido. En este periodo de desgracias es cuando escribe su “Genji Monogatari” gracias a la excelente educación proporcionada por su padre y a su inteligencia.
Las aventuras y desventuras del príncipe Genji le granjearon una popularidad que la llevó a la corte ya que el regente Fujiwara no Michinaga la nombró dama de compañía. Aquí más bien se cree que todo fue cosa de la emperatriz Shoushi (Akiko), de quien realmente era dama de compañía y de quien habla mucho posteriormente en su diario.
Permanecerá en la corte casi hasta el fin de sus días ya que un año después de dejarla muere, en el año 1013 aproximadamente. Allí seguirá con su diario, seguirá con la historia de Genji e incluso se cree que ésta última trasciende su muerte, puesto que la última parte está escrita con un estilo sutilmente diferente. Hay teorías que hablan sobre la posibilidad de que la hija de Murasaki continuara su obra, sobre todo lo que es la segunda parte.
Como es habitual, muchos grandes autores tienen también grandes rivales en su campo y para Murasaki fue Sei Shonagon, la autora del famosísimo “El libro de la almohada”. Como Murasaki, también fue dama de compañía pero se ocupaba de otra emperatriz consorte, la dama Fujiwara no Sadako. Hay mucho misterio sobre su vida pero se cree que se casó y tuvo un hijo, aunque por lo visto al final de su vida, acabó ordenándose religiosa… pero antes se lo pasó bien, es decir, se le atribuyen varios amantes y dos matrimonios mientras estuvo en la corte.
Luego hay muchas leyendas y mentiras sobre su vida debido a recelos y envidias. Por ejemplo, se la consideraba presuntuosa por utilizar los caracteres kanji, en aquel tiempo reservados para los hombres y mas complicados de aprender (en aquel tiempo y siempre) y no utilizar el alfabeto hiragana reservado a las mujeres y con el que podían acceder al conocimiento y a la lectura.
Sea como fuera, de Sei Shonagon hablaremos en otro momento, sólo sé que Murasaki la criticó duramente en muchas ocasiones y creo que merecía una mención especial antes de acabar este primer artículo sobre el Genji Monogatari.
Este mes sólo he dado unas pequeñas pinceladas sobre la época y la vida de la autora. El mes que viene la idea es entrar de lleno en la situación del periodo en el que fue escrita esta obra, el periodo Heian, y sus escenarios en la antigua capital: Kioto.
Hasta entonces, espero que os resulte interesante esta breve introducción y os anime a seguir indagando sobre una obra que a mi personalmente me ha obsesionado durante casi 20 años.
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