El nombre de la rosa
Escribir sobre El nombre de la rosa puede parecer pedante a primera vista. Una obra de esta envergadura tiene sobre sus espaldas verdaderos ríos de tinta y seguro que mis líneas no llegarán a formar ni tan siquiera un pequeño riachuelo; pero quien sabe, hasta los ríos más caudalosos están formados por el conjunto de pequeñas gotas de agua.
Lo que sí puedo decir es que me resulta casi excitante hacerlo. El nombre de la rosa es uno de esos libros que te marcan cuando lo lees, sobre todo si eres capaz de superar sus primeras cien hojas y las múltiples citas y anotaciones que inundan todas y cada una de sus páginas; por eso y, siendo sincero, lo que realmente me marcó fue la adaptación cinematográfica que Anaud realizó en 1986 de forma magistral. Siempre bajo mi humilde opinión. Pero vamos al lío
La novela escrita por Umberto Eco se publica en 1980. Narrada en primera persona por uno de sus protagonistas, “Adso de Melk”, discípulo de “Guillermo de Baskerville”, cuenta las pesquisas de ambos para descubrir el por qué de las terribles muertes acaecidas en una vieja Abadía de los Apeninos. Guillermo llega a la misma con el encargo de organizar el encuentro entre franciscanos y papales para determinar y discutir sobre la pobreza apostólica que predicaban los franciscanos y negaban de forma tajante los papales y dominicos justo en el momento en el que se produce la primera muerte.
Bajo estas premisas y entrecruzando ambas tramas, Eco conforma una novela histórica en la que, con todo lujo de detalles, describe la vida monacal y el entorno social de la época en la que transcurre, el siglo XIV. En un mundo monacal opresivo donde la risa es un pecado imperdonable, Guillermo de Baskerville descubre que todas las muertes están relacionadas con un libro que se creía desaparecido, “La poética de Aristóteles”. Sus pesquisas y métodos, que rozan la herejía, le llevan a descubrir la existencia de una enorme biblioteca en la abadía, que adivina repleta de tomos únicos prohibidos por la Iglesia, defendidos por un Jorge de Burgos, ex bibliotecario ciego que muchos relacionan con el homenaje que Eco prometió hacerle a Borges, y que traslada su fanatismo religioso para difundir que el apocalipsis está cerca y el diablo ronda por la abadía.
El método científico con que Guillermo de Baskerville intenta descubrir el origen de las muertes y el fanatismo de Jorge de Burgos, provocan serios enfrentamientos entre ambos, que se ven aumentados por la llegada del inquisidor Bernardo de Gui, con el que Guillermo ya ha tenido antiguos conflictos.
Aunque todos los personajes principales de la novela parecen estar basados en personajes reales, no puedo dejar de pensar en la similitud que Guillermo de Baskerville y sus métodos deductivos tienen con otro gran personaje, Sherlock Holmes. ¿Habéis notado que el apellido de éste coincide con uno de los relatos que Conan Doyle hace protagonizar a su querido detective? Ahí lo dejo.
Se dice que la idea original por la que Eco decide escribir El nombre de la rosa, viene de la lectura del manuscrito que llegó a sus manos en 1968 escrito por un tal “abate Vallet” allá por el Siglo XIV y hallado en la Abadía de Melk. Y del que nace la idea de plasmar con detalle el ambiente monacal y social a lo largo de siete días.
Lo que nunca pudo imaginar Umberto Eco es que la publicación de su primera novela alcanzara tales cotas de éxito en un periodo tan corto de tiempo. Se convirtió en todo un fenómeno social traducido a múltiples idiomas y sobre la que se escribieron infinidad de artículos y ensayos, habiéndose vendido más de cincuenta millones de ejemplares hasta la fecha.
El nombre la rosa y el cine
En 1986 Jean Jacques Anaud realiza una versión cinematográfica protagonizada por Sean Conery en el papel de Guillermo de Baskerville y un jovencísimo Cristhian Slater en el de discípulo y narrador de la historia Adso de Melk, que obtuvo una gran repercusión internacional tras su estreno y que bajo mi humilde opinión, mejora el libro. Pues simplifica la trama tan compleja y a veces lenta, que Eco da a su novela.
La película es buena, como película, pero no le agrega nada al libro, a menos que su imaginación esté atrofiada y solo guste de lo ya masticado. La película muestra la emocionante trama de Guillermo y Adso que buscan al asesino, pero pierde la otra mitad del libro, la más misteriosa. Jorge está escondiendo un texto de Aristoteles que defiende la comedia y la risa. Y dado que Su palabra es Tradición, es decir modelo de vida ¿Ahora que lo leamos, será licito reinos de todo, hasta de lo sagrado, de Dios? Lo profano de esta actitud nos lleva al otro extremo. ¿Será Dios falta de risa, el justo y sagrado Miedo de Dios? ¿Con sus parábolas Jesus reía, o siempre estuvo serio? La tradición es argumento, hace a la vida. En este sentido, ¿la vida es escritura? o mas bien, ¿reescritura en carne de la letra de los libros?. Estas preguntas van entrelazando los relatos históricos de la Inquisición, los debates filosóficos sobre la pobreza de Jesus y la riqueza de Su Iglesia y la delirante serie de asesinatos apocalípticos. Todo dentro de una aislada abadía en las montañas cuya vida monacal gira alrededor de la copia manuscrita de los textos y su salvaguarda en la laberíntica Biblioteca. En este confluir de fuentes diversas el que lleva al libro de la risa escrito en paginas envenenadas a volverse un inquietante símbolo de la relación entre la escritura, la vida y la muerte.
Querido Sebastián. Mi padre me enseñó «que para gustos, los colores», y su detallada descripción del libro me hace tener claro que la «atrofia» y «el gusto por lo ya masticado» es algo que no nos afecta a ninguno de los dos. Como digo en el primer párrafo mis líneas no pretenden marcar escuela, tan solo pretendo acercar la lectura del libro comentado a quien no lo hubiera hecho. Y puedo asegurarle que hay muchos. Quizás me dejé llevar por mi adicción al cine o quizás porque tan solo pretendía dar a conocer una obra que veo usted conoce muy bien. Agradezco que perdiera unos minutos con la lectura de mis líneas y sobre todo, que dejará su opinión.Un saludo.
Me equivoque en entender la intención divulgativa del articulo, en el cual la película puede indudablemente ser una carta de invitación a leer la novela. Igual me gustaría dejar como complemento el comentario hecho, pero sin la primera linea. Dejo el nuevo post, esperando borres el antiguo y dejes el nuevo. Perdón, y gracias por la paciencia..
La película, muy bien ambientada, muestra la emocionante trama de Guillermo y Adso que buscan al asesino. Sin embargo pierde la otra mitad del libro, la más misteriosa. Jorge está escondiendo un texto de Aristoteles que defiende la comedia y la risa. Y dado que Su palabra es Tradición, es decir modelo de vida ¿Ahora que lo leamos, será licito reinos de todo, hasta de lo sagrado, de Dios? Lo profano de esta actitud nos lleva al otro extremo. ¿Será Dios falta de risa, el justo y sagrado Miedo de Dios? ¿Con sus parábolas Jesus reía, o siempre estuvo serio? La tradición es argumento, hace a la vida. En este sentido, ¿la vida es escritura? o mas bien, ¿reescritura en carne de la letra de los libros?. Estas preguntas van entrelazando los relatos históricos de la Inquisición, los debates filosóficos sobre la pobreza de Jesus y la riqueza de Su Iglesia y la delirante serie de asesinatos apocalípticos. Todo dentro de una aislada abadía en las montañas cuya vida monacal gira alrededor de la copia manuscrita de los textos y su salvaguarda en la laberíntica Biblioteca. Es este confluir de fuentes diversas el que lleva al Libro de la risa escrito en paginas envenenadas a volverse un inquietante símbolo de la relación entre la escritura, la vida y la muerte.