Jesús Coronado

El libro del mes: Orgullo y Prejuicio

Libro del mes

Orgullo y Prejuicio

Abril, el mes en que la primavera regresa para quedarse entre nosotros toda una estación, qué menos. Y sí, nos trae inestabilidad atmosférica, astenia primaveral y a algunos, hasta procesos alérgicos que nos tienen estornudando y moqueando la mayor parte del día —perdón, voy a por klennex—. Pero no me negaréis que es el mes de la alegría, de la luz y del amor, y por eso, voy a hablaros un poco de “Orgullo y prejuicio”, considerada por algunos como una de las primeras comedias románticas de la historia de la novela y una de las más conocidas de la literatura inglesa.

Aunque fue publicada en marzo de 1813, su autora, Jane Austen, la terminó de escribir en 1797 con apenas veintiún años. Su padre, viendo que gozaba de calidad literaria suficiente, la presentó a un editor que optó por no publicarla al considerar que no era lo suficientemente buena. Austen, la dejó de lado hasta que decidió revisarla hacia el año 1810 y, gracias a su hermano y al éxito previo de “Sentido y sensibilidad” en 1812, el editor accedió a que entrara en imprenta.

La novela

Austen es capaz de resumir en una sola frase al principio de la novela no solo su trama principal, sino que la convierte en una de las frases más celebradas de la literatura inglesa: “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”.

Los dos personajes principales, Elisabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, comienzan su relación con mal pie —como casi todos—.

Pero Austen, a lo largo de la novela, describe la evolución y crecimiento de estos dos personajes en el transcurso de un año, en una relación que les llevara a él a pelear contra el orgullo de clases, la suya; y a ella, contra los prejuicios que tiene contra Fitzwilliam. Todo ello rociado con una cantidad importante de personajes que entrecruzan sus propias historias en una trama compleja, que Austen sabe llevar de forma ordenada y sin dejar cabos sueltos, hasta la feliz resolución con el sí quiero de Elisabeth a Darcy. Espero que a estas alturas no haya hecho un spoiler.

Austen consigue a través de sus novelas reflejar perfectamente a la burguesía agraria predominante en la época, teniendo como eje central el matrimonio y todo lo que este conlleva. Ella, conocedora a la perfección de este ambiente por formar parte de esa clase social, dota a sus novelas de una crítica sutil e irónica y de un fuerte componente psicológico a sus personajes para, a través de lo que algunos llaman candidez conservadora, trasladar el comportamiento de la juventud y sociedad en la campiña inglesa del Siglo XVIII con unos personajes claramente reconocibles y que se mueven en un ambiente de sátira social, que tiene mucho que ver con el movimiento Georgiano y no con el de Regencia en el que realmente vive su autora. Llama la atención que, en toda su obra, Austen deja de lado totalmente el contexto social real que se mueve a su alrededor con los comienzos de la Revolución Industrial, la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, haciendo vivir a sus personajes en una burbuja irreal al margen de otros problemas que no sean los estrictamente amorosos.

Orgullo y prejuicio en el cine

Si de algo puede vanagloriarse la obra de Jane Austen es de haber llevado al cine todas y cada una de sus novelas. En el caso de “Orgullo y prejuicio” son múltiples y diversas, no sólo en cine sino también en televisión, teatro e incluso musicales.

Sabéis que soy un amante de los clásicos, y esta primera versión de la novela de Jane Austen de 1940 obtuvo un Óscar a la mejor dirección artística, contando con un jovencísimo Lauren Olivier que interpretó a un excelente Darcy.

Y esta de 2005 la segunda vez que fue llevada al cine:

Como dato curioso y a tener en cuenta, la versión estilo «Bollywood» actualizada, genial, siempre y cuando te guste el cine indio con mucho color, música a raudales y baile, mucho baile.

Y hasta aquí el libro del mes, no sin antes dejaros con una pequeña relación de sus obras que os recomiendo leáis. Las disfrutaréis.