En otra ocasión ya hablamos sobre la narrativa indirecta. Vimos que este modo de contar la historia o fragmentos de ella en segundo plano es muy característico de los videojuegos. Incluso pusimos el mismo “Hollow Knight” (Team Cherry, 2017) como principal ejemplo. Hoy me gustaría detallar cómo se usa este tipo de narrativa en el juego, mostrando como se cuenta una de mis partes favoritas: la historia de las mantis.
AVISO: No me voy a cortar en destripar detalles de la historia del juego, así que, si no has jugado al Hollow Knight y no quieres enterarte de ciertas cosas, NO sigas leyendo.
Primer contacto con las mantis
La primera vez que vemos a las mantis es al poco de comenzar, cuando atravesamos los Páramos Fúngicos hasta llegar a una zona llamada, precisamente, “Aldea mantis”. Allí nos enfrentamos a varios enemigos de esta tribu, basada, como cabe esperar, en las mantis religiosas. En lo más profundo de la aldea encontramos a los Señores de las Mantis, tres mantis más grandes e imponentes sentadas en sendos tronos. El camino a la siguiente zona está bloqueado, así que no podemos avanzar, pero nos aparece la opción de desafiar a los Señores a un duelo. Un detalle que podemos apreciar, inocuo para la jugabilidad, pero muy importante para la narrativa, es que hay un cuarto trono destrozado junto a los otros tres.
El respeto de la tribu
Tras vencer a los Señores en un difícil combate, estas nos harán una profunda reverencia y permanecerán en sus respectivos tronos. Sólo entonces se abrirá la puerta que cerraba el paso más allá de la aldea, hacia la zona del Nido Profundo. Desde ese momento, ninguno de los enemigos que encontremos en la aldea mantis nos atacará (a no ser que ataquemos nosotros primero), sino que nos saludará con respeto. Si además les leemos las mentes con el aguijón onírico, veremos que están sorprendidas con nuestra aceptación. Este cambio tampoco afecta a la jugabilidad, pero podemos ver como un detalle tan sutil nos está contando mucho sobre este pueblo.
Guardianas de Hollownest
Nada más atravesar la puerta que da acceso al Nido Profundo, recorremos un pasillo sin enemigos que nos va adentrando en un escenario cada vez más oscuro. De fondo podemos ver decenas de cuerpos de enemigos que conoceremos más tarde (todos pertenecientes a esta zona) junto con los restos de armas y cuerpos de guerreros mantis. Con este detalle, que nuevamente puede pasar desapercibido, vemos como la tribu combate fieramente a las monstruosidades de más allá. Y tan sólo demostrando nuestra fuerza venciendo a los Señores Mantis se nos permite atravesar esta frontera.
Resistencia a la Infección
A medida que avanzamos en el juego, vemos como la Infección se va propagando a diferentes áreas de Hollownest. Sin embargo, esta nunca afectará a las mantis. Si hablamos con el explorador Quirel (uno de los NPCs que nos iremos encontrando en nuestro viaje y que además podemos encontrar en ese preciso momento cerca de la aldea), nos confirma que las mantis parecen ser resistentes a la infección gracias a su entrenamiento y su disciplina.
El traidor
Mas adelante, llegamos a una zona conocida como los Jardines de la Reina. En la parte más alta comenzarán a atacarnos unos enemigos que rápidamente podemos identificar como mantis. Estas son diferentes a las que hemos visto hasta ahora, más violentas y deformes, y además vemos que sus ojos brillan en naranja, un síntoma inequívoco de que son presa de la infección. Tras abrirnos paso a través de ellas, nos enfrentaremos a una gran mantis, una que nos recordará a los Señores Mantis, pero visiblemente corrompida por la infección. El juego nos la presenta simplemente como “Señor Desleal”.
La protectora de la Dama Blanca
Tras vencer a este señor Desleal, accedemos a una zona donde podemos ver multitud de cadáveres de mantis infectadas. Entre ellos y una pequeña construcción podemos ver el cuerpo de un caballero blanco, cuya única frase (que escucharemos gracias al aguijón onírico) es “Proteger…”. Dentro de la pequeña construcción se encuentra la Dama Blanca, la mismísima reina de Hollownest.
La historia resumida
Todos estos detalles se encuentran en segundo plano y no afectan en ningún momento la jugabilidad. Si los juntamos con las pocas frases con las que el juego nos describe a los enemigos (en el Diario del Cazador), podemos hacernos una idea de la historia de esta tribu.
Las mantis gobernaban su propio territorio, independientes de Hallownest, a cambio de proteger sus fronteras contra las monstruosidades del Nido Profundo. Cuando estalló la plaga, las mantis la resistieron. Sin embargo, uno de los Señores, que había visto como la infección otorgaba un gran poder a su huésped, la abrazó voluntariamente. Fue inmediatamente desterrado de la aldea junto a sus seguidores y su trono fue destruido. Huyeron hasta llegar a la zona conocida como los Jardines de la Reina, donde encontraron a la Dama Blanca, a quien atacaron. Dryya, caballera protectora de la reina, les hizo frente y las mantis retrocedieron, ocupando toda la zona de los jardines. Finalmente, Dryya murió a causa de las heridas.
Esta historia continúa, con el hallazgo de la tumba de “La hija del traidor” y en encuentro con la Doliente Gris (una hermosa y trágica historia), y muchas otras conexiones a través de la Dama Blanca y los caballeros de Hollownest.
Toda la historia de “Hollow Knight” está contada de esta manera. Pequeños fragmentos de información en diferentes niveles narrativos del juego que forman un puzzle muy complejo, pero que merece la pena completar y admirar cada uno de sus detalles. Adentrémonos pues de nuevo en las profundidades de Hollownest y descubramos qué secretos nos sigue ocultando este oscuro y hermoso mundo.
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