Hace pco ha empezado a correr por internet una gran noticia: las actrices Lupita Nyong’o y Danai Gurira, que seguramente conozcáis por sus papeles en la película Pantera Negra, están trabajando juntas para una adaptación televisiva de la novela Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie. Para quienes no la conozcáis, Chimamanda es una de las escritoras africanas más famosas de los últimos tiempos, y Americanah, una obra que explora la vida de una adolescente nigeriana emigrada en Estados Unidos, es uno de sus libros más recientes y conocidos.Por tanto, creo que es el mejor momento para retomar la sección que comencé en diciembre sobre novelas realistas de lectura recomendada para escritores de literatura fantástica y de ciencia ficción. En realidad, no voy a hablaros de Americanah, sino de otra novela más temprana de la autora: Medio sol amarillo (Half a Yellow Sun), un relato de la guerra civil que asoló Nigeria entre 1967 y 1970.¿Y por qué este libro? Pues precisamente porque es una novela que trata el tema de la guerra. Muchos de los subgéneros más populares de la fantasía y la ciencia ficción, como la fantasía épica o la space opera, tienen guerras y conflictos armados como elementos centrales de sus argumentos. Podemos citar desde sagas clásicas como Dune o El Señor de los Anillos hasta obras más recientes como El archivo de las tormentas de Bandon Sanderson o la saga Vorkosigan de Lois McMaster Bujold. Todos estos libros cuentan historias de guerra, pero, ¿desde qué punto de vista?
La guerra en la fantasía y la guerra en el realismo: una cuestión de perspectiva
Todos los libros que he citado antes, además de girar en torno a una guerra, tiene otra cosa en común: sus protagonistas son también los actores principales de ese conflicto. En Dune, por ejemplo, Frank Herbert nos cuenta la historia del enfrentamiento político y militar entre las casas nobles de los duques Atreides y Harkonnen, y lo hace a través de los ojos de los miembros de estas familias (aunque mayormente de Paul Atreides). No quiere decir que estos personajes tengan que ser necesariamente militares, pero sí tienden a ser las personas cuyas acciones van a definir el resultado de la guerra. Pensad en Frodo Bolsón: no es ningún guerrero, pero son sus manos las que deben llevar el Anillo Único hasta el Monte del Destino.La mayoría de los escritores de fantasía y ciencia ficción optan por este tipo de personajes porque son los que más facilidades te dan a la hora de narrar un conflicto armado. Al fin y al cabo, son quienes que deciden las estrategias militares y toman parte en las batallas. Por eso, la imagen del héroe en estos géneros siempre se asocia a la de un guerrero. Sin embargo, este tipo de narrativa deja de lado otras perspectivas que también son muy importantes en esta clase de historias.Y este es uno de los motivos por los que tan interesante resulta la premisa de Medio sol amarillo: ninguno de sus personajes tiene un oficio militar, ni se interesan por ese mundo. Siguiendo el ejemplo de muchas grandes novelas del realismo, Chimamanda elige contarnos su historia a través de los ojos de los civiles que nada tienen que ver con la guerra, pero aun así sufren sus consecuencias. Medio sol amarillo se centra en tres personajes: Olanna, una inteligente profesora universitaria, graduada en Londres, que recientemente se ha mudado a una pequeña ciudad en Nigeria; Ugwu, un muchacho de pueblo que trabaja como sirviente en casa de ella; y Richard, un estudiante inglés que quiere aprender sobre el arte nigeriana.La narración de Chimamanda es muy poderosa precisamente porque sus personajes son muy vulnerables. Cuando la guerra civil estalla, no saben qué hacer: no quieren que el conflicto afecte a sus vidas, pero tampoco pueden hacer nada para controlar sus consecuencias porque solo son gente de a pie. Esto ayuda a crear una sensación muy acuciante de desesperación en la narrativa, ya que el lector nunca sabe en qué momento puede ocurrir algo que cambie por completo la situación de los personajes. De un capítulo a otro podrían perder todo lo que tienen, sus casas, sus mismas vidas, sin poder hacer nada para evitarlo. Y eso crea un vínculo emocional muy intenso entre el libro y su público que ningún escritor debería subestimar, y una propuesta que podría resultar muy fresca y novedosa de leer para los lectores de fantasía y ciencia ficción.
Chimamanda Ngozi Adichie y la tragedia de Biafra
Uno de los principales motivos por los que Medio sol amarillo tiene un efecto emocional tan profundo en sus lectores (además de la excelente prosa de Chimamanda) es la crudeza del escenario que narra. La guerra civil de Nigeria, también conocida como la guerra de Biafra, es una de las grandes tragedias de nuestro tiempo. El conflicto estalló por los problemas de convivencia entre los descendientes de dos tribus africanas que habían sido unidas de forma artificial bajo la bandera de Nigeria por los colonialistas británicos, y tuvo efectos devastadores entre la población civil.Los protagonistas de Medio sol amarillo tienen que afrontar toda clase de miserias: odio racial, hambrunas, enfermedades, reclutamientos forzados… el libro contiene escenas muy duras, que resultan aún más crueles porque los personajes se presentan como víctimas inocentes. Al principio de la novela, la guerra se presenta como un mal necesario, un conflicto ideológico para defender los principios políticos sobre los que se asienta el país; pero, a medida que avanza la trama, los personajes comprenden que ellos, como civiles, no tienen nada que obtener de esa supuesta lucha gloriosa. Llega un punto en que ya no les importa ganar, sino tan solo sobrevivir. Y eso es Medio sol amarillo: una historia de supervivencia.Como alguien que ha leído docenas de novelas de guerras en la fantasía y la ciencia ficción, estoy convencido de que incluir este tipo de historias es algo que todo escritor de estos géneros debería considerar seriamente. No propongo que se desplacen los relatos bélicos, sino que se complementen con la perspectiva civil, para ofrecer a los lectores un prisma más completo. Una novela que muestre todos los aspectos de un conflicto sin duda será más compleja, profunda y desafiante para el lector que las que se conformen con una narración parcial e incompleta.Espero haberos hecho pasar un buen rato y haber despertado interés por esta maravillosa lectura. Si tenéis interés, Medio sol amarillo es editado en España por el grupo Random House y resulta fácil de encontrar en muchas librerías (y más cuando la nueva miniserie reavive el interés por la autora). También tenéis una adaptación cinematográfica con intérpretes muy conocidos (podéis ver el cartel un poco más arriba). ¡Hasta dentro de un mes!
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