Todos pasamos por ellos, es inevitable. Estás procrastinando por las redes sociales (cuando deberías estar trabajando en esa novela de fantasía que va a revolucionar el género) cuando de repente te encuentras ese post. Es normal, sigues a un montón de editoriales y a otro montón más grande de agrupaciones de autores. Te habías jurado que nada de distracciones de tu «gran obra maestra» pero esta vez es diferente, ¿verdad? En fin… vas a caer. Tómatelo con filosofía: ¡Toca presentarse a un certamen de relatos!
Motivos para presentarse a un certamen
Siempre los va a encontrar. Puede que la temática te flipe, seas un fan de la editorial que lo organiza, tengas algo que encaje o simplemente te apetezca escribir algo diferente. Y en Caja de letras no tenemos nada en contra de que lo hagas. Respirar es bueno, y quizá vuelvas a tu novela con más fuerza. Porque claro… un certamen tiene fecha de finalización.
Estrategias para hacer frente a la tarea
- Planifica muy bien. Vale, esto es lo de siempre, te lo han contado mil veces: tiempos, palabras al día, plazo de redacción, plazo corrección… Si consigues hacerlo me parece magnífico, pero la vida se va a meter en medio, y lo sabes.
- Desempolva ese viejo relato: Lees las condiciones de la convocatoria y piensas… ¡Ya lo he escrito! Rebuscas entre las carpetas olvidadas de tu ordenador entre todas esas cosas que ya has escrito hasta dar con el ideal. Coincide en extensión, temática, tono… Y si no coincide lo hará con un poco de trabajo. Posiblemente acabarás con varios archivos nombrados de maneras divertidas (relato, relato_certamen, relato_certamen1).
- Engaña a un par de colegas: Es muy fácil implicar a amigos escritores en estas cosas. Con un poco de presión de grupo todo fluye mejor. Ponéis a prueba vuestras ideas, os usáis mutuamente como lectores cero y os corregís. Además podéis compartir antología, compartir un poco la victoria de un compañero o consolaros si ninguno lo consigue (echando la culpa a la organización, porque está claro que vosotros moláis).
- A última hora (el síndrome de los deberes): Pues sí, esto también pasa. Lo vas dejando o la planificación falla… y te toca correr. No hay tiempo para corregir, no hay lectores cero, solo tú, tus prisas, cafeína y luz de lámparas en la noche. Tienes dos opciones: abandonar o tirar a lo loco. Pero está claro que eres un valiente y vas a tirar para adelante.
La escritura automática y visceral tiene sus ventajas y, fruto de la presión, pueden salir cosas muy chulas. No tengas miedo ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué no te lo cojan? Pues ningún problema. Guárdalo en la carpeta a la espera de que en algún momento se presente otra vez el supuesto 2
Antes de enviar el relato al certamen
Respira, llegas a la fecha, lo tienes acabado. Solo tienes que enviar el mail de recepción de manuscritos que la organización del certamen ha habilitado. Pero un consejo. Párate, vuelve a las bases y léelas otra vez. Mira bien la tipografía, el interlineado, el formato de archivo, el sistema de plica (si lo hay), comprueba dos veces el correo electrónico, los mecanismos para garantizar el anonimato, si te piden bio, etc…No hay nada peor que trabajar en algo para que luego ni siquiera te lo admitan.
A la espera del resultado del certamen
Confío en ti así que sé que lo has enviado, que no la has cagado con la plica, el formato, etc… Te queda un tiempo súper divertido de esperar el resultado del certamen (con suerte solo será un mes). No te pongas pesado, nada de enviar mails a la organización para preguntar. Cuando tengas que saberlo lo sabrás.Llegará el día en que darán los resultados del certamen. Seguro que pasas el día enchufado a las redes (cuando deberías estar trabajando en esa novela de fantasía que va a revolucionar el género). Aparecerá un post, tweet, video en directo, mail, etc.. y aquí pueden pasar dos cosas.
¡TE HAN ELEGIDO!
¡Gozo y algarabía! ¡Fiesta loca! ¡Qué empiecen las presentaciones, los viajes, el autobombo digital! Verás como suben tus followers en redes…Pero lo más importante: Valoran tu trabajo y eso es genial.
No te han elegido…
Malditos cabrones hijos de puta sin un ápice de criterio seguro que había tongo… Es normal que te rebotes, que los odies o que te de el bajón de ego y te plantees que para que mierdas escribes si nadie piensa que tus cosas valen la pena (porque este presentarse a un certamen era LO IMPORTANTE, no como toda esa gente que te está apoyando día a día y te dicen que vale la pena seguir).Reacciones normales que no deberían durar más de unas pocas horas. Felicita a los ganadores, infla a «me gusta» los post de la organización con los resultados y, cuando se publique la antología de relatos, dale difusión. Al fin y al cabo tu querías estar ahí, ¿verdad? Pero, sobre todo, no tires mierda sobre la organización, que nunca se sabe.El resultado lo elige un jurado: puede que no hayas conectado con ellos, puede que el relato necesite pulirse, o puede que sea malo (que también pasa). Déjalo reposar en esa carpeta mágica de reserva que tienes en el ordenador. Cuando llegue otro certamen tendrás mucho trabajo hecho.
La vida sigue después de presentarse a un certamen
Ya has tenido unos días redactando algo alternativo, otros cuantos de espera y la emoción del resultado.Ya sabes lo que toca.Recupera tu novela y ponte a escribir.
Un repaso muy bueno y empático con las emociones de los "certamenistas" (o, si se prefiere, "cazaconvos"). Bravo. Faltaba decir que si participas con un amigo y a él le cogen y a ti no, pues al principio igual fastidia, pero alégrate por tu colega, que eso vale más que un certamen.