Borja Alonso

Romper una lanza en favor de las antologías

Psicología del Escritor

¡Muy buenas, muchachada literaria! En uno de mis artículos anteriores, «A los concursos literarios hay que perderles el miedo», se me quedaron unas cuantas cosas en el tintero, así que hoy os voy a hablar un poco de los tipos de antologías que nos podemos encontrar.

«Antología: Colección constituida por fragmentos de obras literarias, musicales, científicas, etc., de uno o varios autores, escogidas en función de un criterio».

Al empezar a indagar en el mundillo literario de las redes me sorprendió la gran cantidad de antologías que había en marcha. Ignoro si esto es una moda pasajera o si siempre estuvo ahí y no supe verlo. El caso es que decidí dejar de lado por una temporada el asuntillo de mandar relatos a revistas y concursos y me centré en probar suerte con las antologías.

Spoiler: Fue una decisión cojonuda.

Antologías: ojo, que tampoco son la panacea

Antes de nada voy a soltar un disclaimer. Si bien os quiero animar a que os lancéis a participar en las antologías, antes quiero dejar claro que estas arrastran dos defectos:

1) Venden menos de lo que deberían. La gente no las compra con tanto ansia o tiende a ponerlas abajo en su lista de prioridades. Es un hecho. Ejemplo de esto es la antología Canallas. Uno podría pensar que un libro que agrupa a pesos pesadísimos como Martin, Abercrombie, Rothfuss, Gaiman, etc debería de ser una máquina de vender. Pues no.

1) A bastantes lectores le cansan. No he encontrado una explicación lógica a este asunto. Imagino que tendrá que ver con el ir cambiando de tema y tramas. O porque muchos relatos seguidos cortados por el mismo patrón llegan a producir hartazgo. Ni idea, pero ocurre.

Mi recomendación: No leáis las antologías del tirón. Se disfrutan más a pequeños sorbos.

Antologías temáticas

Que si no muertos, enfermedades raras, viajes en el tiempo, los 7 pecados, celtas, navajeros, intrigas palaciegas, dragones, fantasía erótica-festiva, años 20, ponis voladores vs ardillas, mutantes espaciales… ¡Las opciones que tenemos para elegir son variadísimas! Así pues, también son perfectas para explorar nuevos campos literarios. ¿Nunca has escrito sobre cowboys o romántica? Bueno, quizá sea el momento de ponerte a prueba.

Este tipo de antologías suelen estar organizadas por blogs, autores o podcast. Hoy en día, gracias a las redes sociales y las herramientas de autoedición, es muy fácil dar forma a una antología. Dada su naturaleza, lo normal es que reciban una cantidad moderada de relatos. Esto significa que las posibilidades de que seas elegido son más altas de lo normal. Quizá esto os parezca un argumento mierder, pero si os digo la cantidad de relatos que puede llegar a recibir algunas revistas (1 seleccionado por cada 100, o incluso más) igual se os quitan las ganas de participar. Además, al englobar un tema muy concreto siempre se premia la variedad y la originalidad. Puede que tu relato no sea brillante técnicamente, pero si tiene magia ganará muchos puntos de cara a ser seleccionado.

Por último, y no menos importante, estas antologías suelen generar una comunidad sana a su alrededor. Los organizadores hacen grupos de chat, canales, blogs… Yo mismo he sido testigo como de una antología nacía un podcast y una organización benéfica.

Citando a Pau: «Las antologías son como el tinder del mundillo literario». Si no tenéis mucho tiempo para escribir mi consejo es que las prioricéis sobre otras opciones.

Antologías bajo demanda o también llamadas “compilaciones”

Un organizador convoca a una serie de autores para que escriban sobre un tema de rigor. A partir de ahí se da forma al libro, normalmente, acompañado de algún propósito benéfico, denuncia o como complemento de un evento. Este tipo de antologías tienen un problema: es difícil entrar en ellas, así que si alguna vez veis la oportunidad u os invitan a algún proyecto de este tipo, os recomiendo que vayáis de cabeza a por ello. Suelen ser más flexibles con los plazos y es bastante común que el resto de autores te echen una mano con tu relato. Al fin y al cabo, todos están empujando para sacar adelante un proyecto grupal.

Antologías organizadas por editoriales

Alguien podrá pensar: ¿Acaso no son lo mismo que las primeras, pero cambiando de organizador? Nop. Este tipo de antologías tienen unas peculiaridades que las vuelven muy jugosas para un autor novel. Para empezar, una editorial suele ofrecer una producción muy superior y de mayor calidad. Que si tapa dura, sobrecubierta, merchandising… (Por favor, miren esta edición. Es que me caí de culo al verla). Además, lo normal es que tengan en nómina a ilustradores, maquetadores y correctores que se dedican a ello de forma profesional. Ojo, que con esto no estoy desmereciendo el trabajo que se puede hacer de forma amateur. Además, una antología gestionada por una editorial tendrá sus propios medios de distribución, así como una cartera de blogs, reseñistas y colaboradores.

Ya solo con lo que he nombrado os podéis imaginar por qué recomiendo que participéis en antologías organizadas por editoriales. Sin embargo, aún no he nombrado el motivo principal por el que me vuelven mico, y es que en el momento en el publicas con una editorial (incluido en una antología) pasas a ser uno de sus autores. Esto significa que tienes una vía de contacto directo con ellos. Hablo de enviar propuestas editoriales, enseñar manuscritos, proyectos, etc. Gracias al enlace te saltarás unos cuantos de esos terribles filtros por los que tiene que pasar tu novela antes de ser publicada.

Y por último, ¿por qué será que algunas editoriales organizan de forma recurrente antologías?  Para conocer a nuevos autores. Es bastante probable que si les mandas un texto muy bueno te acaben contactando para que les envíes mas mandanga de la buena. Puede que esa vez no seas seleccionado, pero quizá sí consigas una oportunidad.

Consideraciones finales sobre las antologías

Como colofón final diré que centrarme una temporada en participar en antologías fue una gran decisión. He conocido a un montón de gente del mundillo, he leído relatos de un centenar de autores diferentes y publicado más de una docena de textos. Para posteriores entradas me guardo el tema de los concursos literarios y las revistas. Quizá ahí haya material para otro artículo, quién sabe. Hasta entonces, nos leemos,

Borja Alonso

Borja Alonso Alonso (Remolinos, Zaragoza, 1989) se define como el auténtico fracaso renacentista. Químico, nutricionista, polifriki, cocinero y funcionario. En sus ratos libres escribe en Caja De Letras y Relatosymentiras, y a veces, la gente le lee. Primer premio en Diversidad Literaria (Antología de primavera, 2018), Librería París (Navidad, 2019) y FreakCon de Málaga (Relatos de fantasía, 2020). Autor en las antologías ShowYourRare y #OrgulloZombi. En Julio del 2020 publicó su primera novela corta, «Grumo y Mosquito».

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