Juan Cuadra es licenciado en Filología Hispánica y actualmente ejerce de profesor de Lengua Castellana y Literatura. Durante diez años colaboró con la editorial Devir como traductor de Dungeons & Dragons, especializado en el escenario de los Reinos Olvidados. Al abandonar definitivamente el mundo de la traducción, decidió dedicar ese tiempo a escribir literatura fantástica y de terror, que ha sido su pasión desde siempre, y enlazándola con su interés por la magia moderna y las religiones neopaganas.Debutó con «El libro de Ivo» en 2014 y con «El libro de Sombra» en 2015, ahora la editorial Insólita publica La Saga de la Ciudad al completo y nosotros entrevistamos a uno de los autores de terror más interesantes de nuestro país. Seguro que te habrán preguntado un montón de veces por qué escribir una historia como la Saga de la Ciudad, donde hay un considerable contenido de violencia y sadismo. Así que no vamos a empezar por esa pregunta, pero sí con algo relacionado. En tu caso, ¿cómo empezó el proceso que ahora ha terminado con la publicación de los dos tomos en Insólita? ¿Cuál fue más o menos el camino que seguiste desde que llegó la primera idea hasta que le diste la forma que querías?Esta historia es un tapiz tejido a partir de otras historias. Surgió una idea, empecé a diseñar su guión, y empecé a ver que se enlazaba con otras ideas, otras historias. Así que me atreví a escribir Ivo, lo completé, y pasé a la siguiente etapa, lanzando hebras narrativas hacia adelante. Una vez completado El Libro de Sombra hubo una pausa para terminar de tejer el guión central, en teoría hasta el final, pero después de concluir El Libro de Lucian me di cuenta de que había tejido demasiados hilos, y que reunirlos todos hasta un final coherente no iba a ser tan sencillo. No lo fue, pero logré terminar el tapiz, o eso creía. En realidad, solo después de la nueva edición de Insólita y de poder repasar con calma Ivo puedo decir que estoy contento con el conjunto. No es perfecto, pero tampoco aspiraba a eso. Es la historia que quería contar, y como he querido contarla. Y una pregunta sobre hábitos; ¿cuál es tu metodología de trabajo? ¿Qué hábitos (o secretos oscuros) tienes a la hora de escribir?Me temo que no hay secretos oscuros y fáciles en ese sentido, porque el único hábito útil es la constancia: tener un horario fijo de escritura, y después cumplirlo. Dejando eso aparte, para mí la música es muy importante a la hora de escribir: es el hilo conductor del proceso, y es lo que me ayuda a retomar la historia donde la dejé. Cerrar los ojos, escuchar los acordes que dan el tono, y en marcha de nuevo. Es evidente que en un proceso largo como ha debido ser escribir esta saga, habrás aprendido muchas cosas y pulido en muchos aspectos tu manera de trabajar. ¿Cuál crees que sería la principal lección con la que te quedas?Es muy complicado concretar un único aspecto. Como lector, crees que entiendes cómo funciona una novela. Y es posible que lo hagas, del mismo modo que como conductor entiendes cómo funciona un coche. Pero de ahí a construir uno (un coche, un libro) hay un mundo, y de eso sólo te das cuenta cuando te metes en faena. En estos años he aprendido a encontrar la voz narrativa que quiero, y después a adaptarla a la historia que quiero contar, que no es lo mismo. Hay escritores que siempre están presentes en sus textos, y eso es totalmente válido. Una de las maravillas de, por ejemplo, Quevedo es que no necesitas leer más que unas líneas de un texto para estar seguro de que él es su autor. Pero a mí lo que me gusta es poder sumergirme en la historia y desaparecer en ella, poder ser el vehículo de la narración, ponerme tras los ojos de los personajes y sus palabras. Y eso es algo que se va aprendiendo poco a poco, de un modo casi zen, conforme vas desprendiéndote de todo lo tuyo para dejar entrar la voz de la historia. ¿Y a nivel personal? ¿La Saga de la Ciudad te ha enseñado algo?Como proceso que ha ido desde el concepto hasta la publicación, me ha enseñado a poner en perspectiva la tarea de escribir, y a darle la importancia adecuada. A veces es frustrante, a veces es embriagadora. Y sus personajes me han acompañado mientras iba aprendiendo cada vez más sobre feminismo y revisando mi visión del mundo, con lo cual es un camino de aprendizaje, literario y vital en muchos sentidos. Que somos capaces de lo más oscuro ya lo sabía, pero la Ciudad me ha ayudado a confirmar la importancia de la luz y de luchar por ella.Y más relacionado con nuestro trabajo en Caja de Letras; ¿qué consejo te habría gustado que alguien te diera antes de empezar a escribir?Busca gente que sea capaz de señalarte las cosas que no estás haciendo bien, y después hazles caso. Hacer las cosas lo mejor que sabes siempre tiene su mérito, pero eso no es sinónimo de hacerlas bien, y en la escritura es complicado ser nuestro propio juez. Los amigos y lectores encantados con todo lo que haces son un amor y nos llenan de energía positiva y ganas de seguir escribiendo, pero hace falta alguien que te señale los agujeros que nos has visto para poder coserlos. Es evidente que hay un montón de influencias en la Saga de la Ciudad, así que ahora una pregunta doble: ¿Cuál es para ti la obra que más ha influenciado en tu obra? ¿Y cuál es la referencia que ha pasado más desapercibida?La influencia más potente yo diría que es Sortilegio (Weaveworld), de Clive Barker. Y si alguien tiene la suerte de conseguir una copia, verá como, sin ser historias que tengan que ver en el tema central ni en la estructura, hay muchos puntos que resuenan. Cuando leí El Gran Espectáculo Secreto (de Barker también) comprendí cómo quería contar las historias, pero fue Sortilegio el libro que me transmitió las dimensiones y la profundidad de lo que quería narrar. Y la referencia más desapercibida viene del mundo rolero, pero no es Mago, sino Planescape. El diseño de la Ciudad como un constructo plegado sobre sí mismo tiene que ver mucho con la ciudad de Sigil en ese mundo de juego de AD&D. En un artículo reciente decías que no habría más novelas de la Ciudad. Es evidente que documentar y plasmar algunos de los personajes y acciones ha debido ser difícil. ¿De qué manera has mantenido el equilibrio entre la necesidad de mostrar la naturaleza de la Ciudad y de algunos de sus habitantes y no caer simplemente en el uso indiscriminado de la violencia y el gore?El objetivo de plantear situaciones tan crudas en algunas partes de la historia es sacudir al lector, tanto visceralmente como a nivel de conciencia. Pero por eso mismo no tiene sentido prolongar indefinidamente esa sucesión de imágenes. En el conjunto de las novelas hay un punto álgido, y después la crueldad de la Ciudad pasa a segundo plano, porque el lector ya lo ha entendido, ya sabe de lo que somos capaces perfectamente. A partir del Libro de Lucian tenía muy claro que debía haber unos límites. En vez de esas películas gores en las cuales parece imprescindible un desmembramiento cada X minutos, yo trabajaba a la inversa: no podía haber una nueva escena “intensa” salvo que realmente aportase algo a la historia. Y sí, eso llevo a eliminar o simplificar algunos sucesos. Y en El Libro de Siiri, como se verá, el peso de la historia se va desplazando. No es que se pase por alto la crudeza de la Ciudad, es que llega el momento de prestar atención a cosas que quizás se han pasado por alto. Además de escritor eres padre de familia y director de un instituto. ¿Qué consejo le das a todas las personas que intentan conciliar la escritura con el resto de su vida?Hay que tener prioridades. Y eso funciona en dos direcciones. A veces tienes que dejar para otro día ver una serie, o a Chicote, o el Wasteland 2, porque tienes el compromiso de acabar una historia. Y a veces toca madrugar el fin de semana, porque no hay otro momento disponible. Pero, al mismo tiempo, hay etapas (días, semanas, meses) en los que hay que dejar de escribir, aceptar que la historia debe pararse un tiempo, porque al menos para mí lo más importante son las personas que me rodean. Y el día tiene las horas que tiene. Una pregunta que nos gusta hacer es sobre la música de cada novela, pero en tu caso las listas de reproducción de “El libro de Ivo” y “El libro de Sombra” dejan claro que uno de los temas principales de la saga es Paranoid Circus de Lyriel. Así que una pregunta comprometida… ¿Cuál es el tema del proyecto en el que estás trabajando actualmente? (porque sabemos que estás trabajando en algo y lo esperamos con ganas, mua-ja-ja-ja!)El proyecto actual todavía está muy poco avanzado, y aún no ha encontrado su tema principal. Esta vez está resultando esquivo, la verdad. Pero en su lista de reproducción destaca una pequeña maravilla que es Ara Caeli, de Toundra, pero también In a Time Lapse, de Ludovico Einaudi.
Entrevista a Daniel García Raso por Sergio Mullor
Daniel García Raso combinó su pasión por los videojuegos y su formación como historiador para sacar el primer ensayo en español sobre arqueología de los videojuegos.
Y no se os ocurrió preguntarle en qué puto momento se convirtió en un pedófilo violador de mierda, un criminal, y un puto saco de mierda infecta? 🙂 Las consecuencias nos llegan a todos, juanito