Técnicas secas de ilustración: Segunda Parte

En el artículo anterior hablamos de varias técnicas secas de ilustración que posiblemente la mayoría de la gente conozca.

Hoy trataremos técnicas secas de ilustración algo más académicas con elementos más propios de escuelas de arte por ser más complicadas en su aplicación y tratamiento.

Carboncillo:

Elementos básicos para trabajar el carboncillo.

Junto con la sangre de animales y pigmentos naturales de la tierra, el carboncillo puede que sea una de las técnicas más antiguas mediante las cuales se ha expresado artísticamente el hombre.

Como podéis ver en la imagen, los carboncillos son como ramitas carbonizadas y lo que deja el pigmento es la ceniza que se desprende al roce con el papel. Ultimamente también se están vendiendo en forma de lápiz para no mancharnos los dedos pero a veces pueden resultar demasiado duros.

Para trabajar las sombras lo mejor es utilizar una esponja de fieltro (como las que tienen los antiguos borradores de pizarra), un trapo (preferiblemente de algodón) y un difumino. Éste último ha de ser preparado para que funcione bien y no se limite a arrastrar el polvo del carboncillo. Como está compuesto de muchas capas de papel de textura algodonosa, hay que lijar la punta hasta que las capas de papel no se noten y quede como un todo. También necesita ser golpeado para ablandarlo hasta conseguir una textura parecida a la del dedo.

Otras herramientas que se utilizan para dar una terminación más perfecta a la obra son la gamuza natural, la goma de borrar y la creta blanca, en este orden de aplicación. La gamuza natural saca brillos más intensos que los que se pueden sacar utilizando el trapo para retirar carboncillo y la goma de borrar saca luces inculso más intensa pero no se debe utilizar hasta que la obra esté acabada puesto que suelta una especie de grasilla que luego, al aplicar más carboncillo, se termina notando. Hablaremos de las cretas en el siguiente apartado pero ya os adelanto que con este elemento, la creta blanca, daremos el toque final con los brillos más intensos puesto que agrega blancos intensos.

¿Y si hablamos de agregar negros más intensos? Para eso está el lápiz o barra conté que es igual que la creta pero en negro. Al ser materiales un poco grasos siempre los utilizaremos como toque final ya que cualquier material graso mancha el papel de forma que las correcciones son más complicadas o imposibles.

La Venus de Milo siempre suele ser una de las primeras prácticas en las academias de arte.

Cretas y Sanguinas:

Sanguinas y cretas en barras y lápices.

Incluso para los que hemos superado una carrera de Bellas Artes, distinguir entre cretas y sanguinas se hace complicado porque visualmente, su presentación es igual. La diferencia viene en la textura ya que la sanguina es algo más blanda que la creta a la que también se le llama «barra conté» por la marca que la popularizó.

Al igual que el carboncillo se presenta en barras y lápices. Su aplicación es parecida pero no igual ya que, como dije antes, tiene algo de contenido graso que deja una pigmentación en el papel imposible de retirar así que es mucho más dificil rectificar errores con esta técnica. Sin embargo, también se usa el difumino o los trapos para el tratamiento del claroscuro.

Su acabado en tonos tierra da una gama cromática un poco más amplia que el blanco y negro del carboncillo.

Muchos dibujos de Leonardo están hechos con esta técnica.

Pasteles:

También se presentan en barras y en lápices.

El pastel es como si de repente los carboncillos hubieran conocido al arcoiris y se hubieran vuelto de colores. No podría decir que son como las tizas de colores pero son bastante parecidos, de hecho hay gente que utiliza las tizas de colores como si fueran pasteles. La diferencia está en la base grasa que cuando es más intensa los llamamos pasteles grasos y son más cercanos a las ceras blandas que a las tizas.

Todas las técnicas que he descrito hoy son de aplicación parecida ya que todos los pigmentos son el polvillo que desprenden las barritas de color. Con trapo o difumino se extienden los colores, se fusionan, de forman degradados e incluso se realizan mezclas.

Con esta técnica los contornos se ven menos definidos pero la imagen da una sensación de suavidad, es etérea. De ahí que al grupo de colores más suaves se les llame «tonos pastel

A Degas le encantaba usar el pastel porque era ideal para representar lo etéreo de los tutús

Esto ha sido todo en cuanto a las técnicas secas de ilustración. En el próximo artículo repasaremos algunas de las técnicas húmedas más comunes.

Si tenéis alguna pregunta no dudéis en comentar.