Sara Martínez

¿Un escritor debe estar en redes sociales?

Identidad digital

Como autor, e incluso como editorial, es probable que te hayas preguntado si debes estar en las redes sociales, o qué beneficios te puede traer estar en las redes sociales. En definitiva, ¿por qué deberías estar en redes sociales? Y es posible que, al pensar en el feed de Twitter, en tener que crear contenido en medios tan exigentes como Instagram, se te hayan quitado las ganas de hacerlo.

En este artículo no pretendo darte razones para estar o no en redes sociales, sino que me gustaría ahondar en la identidad digital dándote ejemplos de autores que están en redes sociales y de autores que no. Mi intención es que tengas argumentos razonados para estar o no en redes sociales.

¿Qué es la identidad digital?

La identidad digital es la construcción de nosotros mismos en el medio digital. Podemos hablar de reputación online o de huella digital. Este último concepto se basa en las acciones que hemos hecho en medios digitales: un comentario en un blog, likes en publicaciones, un artículo que hayas compartido en Twitter, etc. La identidad digital y la reputación online se pueden definir como nuestro «yo» virtual, o la imagen que proyectamos (o la que nosotros queremos que dar) a través de nuestras fotos, los enlaces que compartimos, los likes y retuits que damos, etcétera.

El conjunto de estas acciones en nuestros perfiles es lo que conforma nuestro perfil virtual, nuestra identidad digital.

¿Deberías estar en las redes sociales?

El sector editorial era un canal unidireccional en su forma más tradicional. Eran las editoriales, las librerías y bibliotecas quienes comunicaban a los lectores las novedades, actividades, etcétera. La información solo viajaba en una dirección. Ahora, con las redes sociales, somos los lectores los que queremos ponernos en contacto con los autores y editoriales, convirtiendo así la línea de comunicación en una relación bidireccional.

Es innegable entonces que una de las razones a favor de estar presentes en las redes sociales es la línea directa con el consumidor. En este caso, el lector, que puede hacer llegar al autor lo muchísimo que ha adorado la obra, se abre la oportunidad a conectar con otros medios y personas de nuestra quinta. Por supuesto, esta ventaja se puede tornar en desventaja si tenemos la mala suerte de encontrarnos con alguien maleducado o que no exprese sus opiniones con respeto.

Hay que tener en cuenta que las redes sociales, y su presencia en ellas, son también un nuevo servicio de atención al cliente. Como autores o editorial, podemos entender este servicio de atención al cliente como el momento en que los futuros o presentes lectores se ponen en contacto para avisarnos de que el enlace no les funciona o de dónde pueden encontrar nuestros libros. Y dentro del servicio de atención al cliente encontramos un servicio que a mí particularmente me gusta mucho y es el de recuperación.

El servicio de recuperación es aquel en que, a través de atención al cliente, el usuario expresa la mala experiencia que ha tenido con el producto. Si la atención recibida y la solución aportada desde esta fase son excelentes, podemos recuperar al cliente, que estaba dispuesto hace unos minutos a irse y consumir otros productos. Puede ser una oportunidad para demostrar al cliente (lector) que nos preocupamos por su experiencia, y brindarle lo necesario para que sea una muy buena.

Me gustaría decir que, si te decides a abrirte un perfil de autor o de editorial, no vale solo con “estar”.

Lo óptimo sería que tuvieras contenido de calidad: compartiendo citas de tu novela, explicando por qué una escena u otra era importante. Deberías alternar entre contenidos educativos, de entretenimiento e informativos en tu perfil. De esta forma, puedes informar sobre las presentaciones que hagas, comentar curiosidades y también hacer que otras personas se sientan identificadas contigo o con tus personajes.

Los lectores quieren conectar cada vez más con sus autores favoritos. V. E. Schwab, por ejemplo, comparte en sus redes sociales los retos que enfrenta con su salud mental, desde el síndrome del impostor a saber valorar las pequeñas cosas que hacen que la sesión de escritura haya valido la pena. De nuevo, esta puede ser un arma de doble filo, ya que cabe la posibilidad de que al lector no le guste lo que ve. A mí me pasó con Nnedi Okorafor.

He leído gran parte de los trabajos de Okorafor, y es la autora pionera en el Afrofuturismo o Futurismo Africano (una rama de la ciencia ficción que se aleja de las raíces occidentales y se inspira en las diferentes ramas de la cultura africana). Pues bien, yo adoro su obra. Empecé por Binti y terminé en Quién teme a la muerte. Desafortunadamente, al meterme en sus redes y seguirla durante un tiempo, vi que la autora era un poco borde. Al final, dejé de seguirla. No dejaré de leerla, pero es verdad que quizás no lo haga con tanto entusiasmo. Como decía, al final las respuestas que damos a nuestros seguidores, lo que compartimos, las fotos que subimos conforman nuestro yo digital; y a mí no me gustó el yo virtual de Nnedi Okorafor.

Hay autores como Ferran Varela o Becky Chambers que no tienen perfiles de redes sociales. Estos autores pueden permitírselo, puesto que sus editoriales hacen la suficiente promoción de su libro, además de los beneficios asociados a no tener una cuenta en redes sociales. Uno puede elegir si quiere tener o no redes sociales, es su decisión. También hay que entender que las redes sociales actúan como escaparate de nuestra vida, y de lo que producimos. De modo que, hay mayores posibilidades de conseguir una venta (tanto si somos autores noveles o una editorial) si tenemos un altavoz delante como son las redes.

¿Te recomiendo tener redes sociales?

Como profesional de marketing, sí. Y una de las razones principales es la que exponía en el último párrafo. Las redes sociales son el medio de promoción principal en el mundo editorial. Una buena campaña de contenidos por redes, de influencer marketing, o el simple hecho de que como autor compartas que vas a hacer una presentación en tal sitio suma mucho. Además, nunca sabes dónde puedes acabar. Yo empecé teniendo cero suscriptores en mi canal de YouTube, y ahora recibo libros de editoriales. Puedes empezar de cero e ir creciendo poco a poco. Lo importante de tener un perfil es que seas activo y que tengas contenido de calidad para ti y tus seguidores. Y lo más crucial, disfruta de ello. Como dice Brandon Sanderson, «viaje antes que destino».

Si tienes más preguntas sobre redes, no dudes en preguntarme a través de Twitter o Instagram.

Sara Martínez

Sara Martínez (Madrid, 1994) es graduada en marketing y técnica de redes sociales, pero primero fue lectora voraz. Con tan solo seis años, su mayor sueño era ver una biblioteca. Lo cumplió al año siguiente y desde entonces las historias de brujas, dragones y naves espaciales inundaron su vida. Por ahora es juntaletras pero algún día será escritora. Puedes encontrarla en Instagram y Youtube

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