Cuando comencé a escribir el presente artículo el pasado mes de enero, me encontré con una escritora dedicada al misterio y autora de un best seller tras otro que me sorprendió por estar en activo a pesar de su avanzada edad. Desgraciadamente, hace unos días, mientras terminaba de darle los últimos toques, me desperté con la noticia de su muerte. Así que sirvan estas humildes letras para rendir homenaje a estar mujer de origen modesto que tuvo el valor de sobreponerse a todas las adversidades que la vida le puso por delante. Con el debido respeto, Mary Higgins Clark.
Mary Higgins Clark: la mujer
Mary Theresa Eleanor Higgins Clark Conheeney, más conocida como Mary Higgins Clark, nació un día de Nochebuena de 1927 en “El Bronx” – Nueva York. Sus padres, inmigrantes de origen irlandés, regentaban un bar en el Bronx que le permitía vivir relativamente bien, de hecho la Gran Depresión no les afectó hasta finales de la década de los treinta, cuando sus clientes habituales empezaron a dejar de pagar sus deudas, lo que llevó a su padre a despedir a la mayoría de sus empleados obligándole a trabajar muchas más horas en el negocio que regentaba. Quizá fuera este el motivo por el que una mañana de 1939 Mary Higgins lo encontró cuando volvió de misa muerto en la cama. Falleció mientras dormía. A partir de este momento, la vida de nuestra autora cambió radicalmente.Mary Higgins, para ayudar a su madre, trabajó como operadora en el Hotel Shelton. Se dice que escuchaba a hurtadillas al gran Tennessee Williams. Pero su esfuerzo no fue suficiente para salvar la casa donde vivían. Su hermano mayor, Joseph, tras recuperarse de una larga enfermedad, consiguió graduarse en la escuela secundaria y se alistó en el ejército en 1944 para luchar en la guerra y ayudar a la economía familiar. Seis meses después contrajo una grave enfermedad en el frente que le llevaría a la muerte. La familia lloró su perdida, pero la paga que su madre recibiría de por vida por su fallecimiento haría que las penurias económicas se acabaran y por lo tanto Mary Higgins se vio liberada para poder terminar la educación secundaria y hacer un curso becado de Secretariado. Trabajó después como auxiliar de vuelo en la Pan American donde conoció al que sería su marido, Warren Clark, con el que tuvo cinco hijos. Tras dejar el trabajo para cuidar de la familia, decidió apuntarse a un taller literario.En 1959 su marido sufre la primera crisis cardiaca. En 1964 debe dejar el empleo, por lo que Mary Higgins se ve obligada a buscar trabajo escribiendo guiones radiofónicos. Ese mismo año perdería a su marido y a su suegra la misma noche lo que le obliga a seguir escribiendo para mantener a su familia hasta que en 1975 publica su segunda novela “¿Dónde están los niños?” vendiendo sus derechos por unos 3.000 dólares. Sus penurias económicas se habían terminado. Dos años después, su siguiente novela “Un extraño acecha”, le generaría unos ingresos de millón y medio de dólares.Mary Higgins Clarke volvió a casarse dos veces más y siguió escribiendo prácticamente hasta el final de sus días. El pasado 31 de enero de este 2020 fallecía en Florida a los 92 años de edad.
Mary Higgins Clark: la autora
Cuando Mary Higgins escribe su primera novela acababa de perder a su marido y tenía que cuidar de sus cinco hijos que andaban entre cinco y trece años. Su férrea disciplina le permitía hacer ambas cosas con una productividad envidiable, lo que le ha permitido dejar como legado más de cincuenta novelas, las mayoría han sido “best seller” de ventas.Pero todo tiene un principio. A Mary Higgins Clark le gustó desde muy pequeña la escritura. Dicen que escribía pequeños cuentos para que sus compañeros de clase los escenificaran en pequeñas obras de teatro, intentando publicar a los dieciséis años uno de sus relatos sin éxito. Tras casarse y dejar su trabajo en 1949, empieza a realizar cursos de escritura en la Universidad de Nueva York donde junto a algunos compañeros crea un taller literario donde leen sus obras y se ayudan con correcciones y críticas constructivas. Ella tardó seis años en conseguir que publicaran uno de sus relatos, “Polizón”, en la revista “ExtensiónMagazine” que le pagó 100 dólares cuando tenía 41 años. A partir de este momento comenzó a encontrar editores con regularidad para sus relatos que tenían muy buenas críticas ya que sus trabajos como guionista radiofónica, le enseñaron a escribir sin comentarios superfluos, beneficiando a sus posteriores novelas de suspense.La moda de los relatos empezó a decaer en los años sesenta, por lo que Mary Higgins Clarke decidió a intentarlo con una primera historia “Aspire to theHeaven” (1968) que consiguió vender por poco dinero, siendo un fracaso nada más salir de imprenta. No obstante, no se desanimó y decidió probar suerte con una segunda historia más extensa del género que dominaba a la perfección en sus relatos; el suspense. La muerte de su hermano le hizo concentrarse con más ahínco para mitigar su dolor y consiguió terminarla y venderla. “¿Dónde están los niños?”, publicada en 1975 por el que sería su editor de por vida, Simon and Schuster, recibió críticas muy favorables y se convirtió en un éxito de ventas. Tras esta, vinieron cincuenta más.
La sucesora de Agatha Christie
Se dice que Mary Higgins Clarke es la sucesora de otra famosa escritora de género, Agatha Cristie. A Higgins se la reconoce como “la reina del suspense” y “maestra de la intriga” pues es capaz de crear un ambiente intrigante donde uno no sabe quién es el culpable hasta el final. Le dio un giro al género negro donde sus protagonistas suelen ser mujeres jóvenes de fuerte carácter, independientes y corrientes, dotándoles con una dosis de realidad suficiente para conseguir que sus lectoras se identifiquen rápidamente con el personaje, considerando que lo que describe a través de sus palabras podría pasarle a ellas. Como ella, que tuvo que superar una juventud dura y una vida cargada de responsabilidades y problemas que resolver, aprendiendo a moverse con soltura en un mundo dominado por hombres.Con su muerte ha desaparecido una de las grandes escritoras de este género, no sin pasar el testigo a otras autoras como Margaret Atwood, Fred Vargas o la española Alicia Giménez Bartlett.Y hasta aquí estas letras para recordar a esta autora que ha vendido más de cien millones de ejemplares de sus novelas que además han sido llevadas a la pantalla casi en su totalidad.Sed buenos y leed mucho.
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