Caja de Letras

Cómo elegir narrador: El narrador equisciente

Estilo | Estructura Narrativa

El Narrador Equisciente

¿Pensabais que nos habíamos olvidado de continuar con nuestro repaso a los principales narradores que iniciamos con este artículo? Pues no, pero las cosas vienen como vienen y hay que ser flexible, así que hoy retomamos ese tema dedicado a los diferentes narradores que sabemos que os interesa especialmente, de modo que hablaremos del narrador equiscientes.

Cuando pensamos en la elección del narrador, una de las primeras cosas que deberíamos tener en cuenta es cuánto sabe de nuestra historia la persona que va a contarla. Os sorprendería saber la cantidad de juego que puede dar ese detalle que, en apariencia, parece poco importante y pocos se paran a pensar en ello.

Por ejemplo, imaginemos que vamos a contar la historia de un personaje que, un buen día, despierta y no sabe dónde está, quién es ni qué personas le rodean; ¿no sería más interesante contarlo desde un punto de vista restringido? Desde luego que sí. Mantendría mucho más la intriga que el lector supiera exactamente lo mismo que ese protagonista en lugar de que se le adelantaran datos sobre lo que está pasando.

Os ponemos otro ejemplo muy evidente: si deseamos narrar una investigación policial, ¿sería mejor contarla desde el punto de vista de alguien que conoce toda la historia de lo ocurrido, o bien desde el del investigador que va avanzando en el caso? Sin duda, es mucho más interesante hacerlo desde el del investigador para permitir que el lector descubra junto con él lo que está pasando.

Así que podemos comprobar como los puntos de vista restrictivos pueden ser muy interesantes para mantener el interés en el lector, para ocultar detalles importantes con los que sorprenderle a lo largo de toda la obra.

Entonces, ¿cuáles son las claves que diferencian al narrador equisciente? ¿Qué nos aporta?

Las Claves del Narrador Equisciente

El narrador Equisciente es un narrador normalmente externo (es decir, no se trata de un personaje que participe en la historia), aunque se identifica plenamente con el protagonista, hasta el punto de que puede conocer sus pensamientos, sus sentimientos y hasta recordar cosas que el protagonista haya olvidado; un sueño premonitorio, por ejemplo. Sin embargo desconoce todos esos detalles del resto de los personajes.

No obstante, no podemos confundirlo con un narrador protagonista, ni, desde luego, con un narrador en primera persona. Por ejemplo, un narrador equisciente diría cosas del protagonista que éste nunca explicaría si fuera él mismo quien contara la historia. Un ejemplo sencillo puede ser algo como “al levantarse aquella mañana descubrió que tenía los ojos especialmente brillantes y hermosos”.

Otra característica del narrador equisciente es que presenta la información al tiempo que la descubre el protagonista. No muestra por adelantado qué es lo que ocurrirá, permitiendo así que la experiencia del lector sea lo más parecida posible a la de los personajes de la historia. Por supuesto, eso puede lastrar en algunos momentos al autor, que no puede utilizar el tiempo narrativo como elemento para enganchar al lector.

¿Cuándo utilizar un narrador equisciente?

El mejor momento para utilizar en nuestros textos un narrador equisciente es cuando deseamos introducir elementos sorprendentes o mantener cierto estado de intriga en nuestra historia. Los relatos detectivescos son el ejemplo perfecto, aunque no los únicos. La mayoría de los relatos de Agatha Cristie utilizan un narrador equisciente. Este tipo de narrador puede ser el ideal, por ejemplo, para una historia de terror en la que podemos sentir todo el horror del protagonista sin desvelar lo que está ocurriendo en realidad.

Hay quien dice que la saga de G.R.R. Martin, Juego de Tronos, utiliza un narrador equisciente. Es cierto, pero falso a la vez. Cada uno de sus capítulos está narrado usando un narrador equisciente, pero desde el punto de vista del protagonista de cada uno de esos capítulos. Es, por tanto, lo que se llama un narrador múltiple y no deberíamos confundir ambos conceptos.

¿Te ha interesado el artículo? ¿Quieres saber más?

Los diferentes tipos de narradores (hasta un total de 11) los estudiamos en nuestro taller de iniciación a la narrativa.

¡Infórmate ya!

Caja de Letras

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

QUIZÁS TE PUEDE INTERESAR

Logotipo Escuela Caja de Letras

Colaboramos con:

Colaboramos con Cursiva

Suscríbete a nuestra Newsletter!

¡Puedes recibir información sobre nuestras actividades y cursos!

    Logotipo Escuela Caja de Letras

    Col·laborem amb:

    Colaboramos con Cursiva

    Subscriu-te a la nostra Newsletter!

    Pots rebre informació sobre les nostres activitats i cursos!

      Posa't en contacte amb nosaltres!

      C/San Florencio, nº 6, 1ºA, 41018, Sevilla
      info@cajadeletras.es

      Informació:

      © 2023 Caja de Letras

      Ir al contenido