Uno de los recursos narrativos más inteligente para romper el bloqueo creativo es el dato oculto. Consiste en desarrollar la historia en torno a un dato que no se rebelará hasta el final del mismo. Se puede ocultar el suceso que origina el conflicto, la identidad de un personaje o sus motivaciones. Lo único que es necesario tener en cuenta es que el dato escondido debe ser suficientemente importante como para que, una vez revelado, la historia adquiera una dimensión diferente.
Esto nos ayudará a crear interés y misterio, y por tanto aumentará el interés del lector.
El dato oculto suele funcionar bien en la novela negra y policíaca, en relatos de terror… pero debemos trabajarlo con mucho cuidado, para que no parezca que el autor se saca de la manga una información de última hora que le ayude a cuadrar la historia. Esto puede solucionarse dando una pequeña pista previa que indique al lector de la existencia de una información que no conoce.
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