Una de las grandes películas de la historia del cine
“Cadena perpetua”, dirigida por Frank Darabont es un clásico del cine estrenado en 1994. La película narra la historia un banquero, Andy (Tim Robbins), injustamente condenado a cadena perpetua por el supuesto asesinato de su mujer y su amante. Al ingresar en la prisión de Shawshank, entablará amistad con “Red” (Morgan Freeman). Las duras condiciones de la prisión, especialmente marcadas por el brutal maltrato a los presos desempeñado por el alcaide de la misma (Bob Gunton) hacen que la única obsesión de Andy sea conseguir salir de ella.“Cadena perpetua” fue nominada a 7 óscars sin llegar a ganar ninguno de ellos. Además obtuvo una discreta taquilla a nivel mundial, sin embargo, durante años encabezó la lista de Imdb como la mejor película de la historia del cine según el público norteamericano. La película está basada en el relato “Rita Hayworth y la redención de Shawshank”, perteneciente al libro de relatos “Cuatro estaciones”, escrito por Stephen King.
Una conmovedora historia repleta de humanismo
La película se sostiene sobre una tan clásica como soberbia puesta en escena de Frank Darabont, una historia y unas interpretaciones inolvidables. Mención aparte también para la sutil banda sonora de Thomas Newman (copiada hasta la saciedad), una elegantísima puesta en escena a cargo de Roger Deakins, habitual en el cine de Joel y Ethan Coen y para uno de los giros argumentales hacia la parte final más logrados de la historia del cine.La película fue la primera de las tres adaptaciones que Frank Darabont realizó sobre la obra de Stephen King, a la que le siguieron las también maravillosas “La milla verde” y “La niebla”. Gracias a esta película, a Stephen King se le reconoció como el brillante escritor humanista que es, lejos de las tenebrosas novelas a las que nos tiene acostumbrados.
“Cadena perpetua”: El libro y la película
Las películas dirigidas por Frank Darabont adaptadas de novelas de Stephen King siempre han sido bastante fieles a los textos originales, si bien todas ellas cuentan con sus pequeñas diferencias, como por ejemplo, el cierre que Darabont le dio a “La niebla”, absolutamente nihilista, distinto al de la novela de King y más cercano a la prosa de Cormac McCarthy.No obstante, si comparamos el libro y la película encontraremos pequeñas diferencias. En la película nunca se cuenta por qué Red está preso (en la novela se explica que mató a su mujer). Brooks, el inolvidable anciano amante de las aves que se suicida al ser puesto en libertad por no saber adaptarse al mundo actual y por haber desaprovechado en la cárcel su vida está desdoblado en dos personajes distintos en la novela de King. Además en la película nunca se hace referencia a la razón por la que acabó entre rejas: el asesinato de su mujer y sus hijas después de una mala racha jugando al póker.Finalmente, la novela hace un especial hincapié en los pósters que Andy tiene en su celda mientras que estos detalles tienen una menor presencia en la versión cinematográfica. Como curiosidad, citar que aquel que oculta el pasaje a la libertad de Andy en la película es uno de Raquel Welch y en la novela uno de Linda Ronstadt.
Stephen King y el cine
Stephen King es uno de los escritores más adaptados al cine de la literatura moderna. Si bien la libre adaptación que Stanley Kubrick hizo en su obra maestra “El resplandor” molestó a tanto al escritor que años después acabó produciendo una miniserie totalmente fiel a su fuente literaria, la literatura de Stephen King ha gozado de películas tan redondas como las tres antes citadas de Frank Darabont, las dos adaptaciones llevadas a cabo por Rob Reiner (las también magistrales “Misery” y “Cuenta conmigo”, esta última basada en otro de los relatos que configuraron su “Cuatro estaciones”), o las realizadas por cineastas tan reputados como John Carpenter (“Christine”), Bryan Singer (la siempre reivindicable y magnífica “Verano de corrupción”, también perteneciente al libro “Cuatro estaciones”), Brian De Palma (“Carrie”), Taylor Hackford (“Eclipse total”), Lewis Teague (la injustamente olvidada “Cujo”) o Andy Muschetti (“It”). Como curiosidad, citar que Stephen King siempre ha sido un apasionado cinéfilo y que en una ocasión llegó a dirigir una película, la inefable “La rebelión de las máquinas”.
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