Borja Alonso

Cómo escribir un alivio cómico

Disección Literaria

Muy buenas, aporreadores de teclados y devoradores de libros. Hoy vamos a hablar del «alivio cómico», un recurso (o tipo de personaje) que ha sido usado hasta la saciedad con horrífidos resultados. Esto puede llevarnos al error de pensar que es una mala herramienta. ¡En absoluto! Hoy vamos a ver cómo escribir un alivio cómico decente.

¿Qué es un alivio cómico?

Un alivio cómico no es un personaje secundario gracioso, accesorio o accidental; se trata de un personaje principal (o casi) que tiene una presencia constante a lo largo de toda la historia y cuya principal función es reducir la tensión dramática.

Función principal del alivio cómico

Como ya hemos dicho, su función primordial es reducir la tensión dramática. ¿Y por qué querríamos hacer eso? Pues para evitar salirnos del marco de nuestra historia, es decir: mantener constante el género y tono. Quizá parezca innecesario (y en ocasiones lo es), pero puede darse el caso en el que la escalada de conflictos de nuestra novela nos esté llevando a situaciones insostenibles, o que nos estamos alejando del marco que habíamos planteado de inicio. El alivio cómico nos puede ayudar a moderar dicho marco.

Por ejemplo: estamos escribiendo una novela juvenil de muchachos en busca de un tesoro. Por ejemplo, ehh, ¿Los Goonies? Aceptamos que puede haber alguna escena de tensión o susto, pero no queremos que los mafiosos empiecen a torturar a Gordi o que la novela mute de pronto en un sucedáneo de It. En ese caso, los alivios cómicos (y el humor en general) nos puede servir para calibrar el tono. Otro ejemplo son las películas aventureras tipo Indiana Jones; no queremos que el espectador se las llegue a tomar en serio, así que siempre tendremos por ahí algún alivio cómico para ayudar a moderar la tensión narrativa.

Tampoco tenemos que olvidarnos de que la tensión dramática no puede ir siempre hacia arriba. Necesitamos momentos de relajación y valles que permitan al lector respirar y ponerse cómodo. En cualquier caso, yo soy un firme defensor de que no hay que tratar al lector de tonto, pero eso no quita que sacarlo completamente de la lectura sea un error gravísimo.

Otras funciones del alivio cómico

Los alivios cómicos bien construidos generan mucha empatía. Suelen ser majos, nos hacen reír y nos sentimos cómodos cuando están en escena. Esto pone en nuestras manos una herramienta muy potente: si de pronto el peso dramático de la novela recae en manos de estos personajes, el lector va a recibir ese choque con mucha fuerza. Lo más sencillo es que uno de los antagonistas le haga algo a ese personaje (algo malo, se entiende), pero incluso podemos llevarlo más allá y que el alivio cómico pase al bando de los villanos, se revele como el traidor en la sombra, tenga un arco de corrupción, etc.

Construir un buen alivio cómico: características principales

1)    Haz un personaje redondo. Parece una obviedad, pero hay muchos autores (pasa más en cine, todo hay que decirlo) que se limitan a usar el alivio cómico como un arquetipo, una batería de chistes: Este es el personaje gracioso, y ya. Sin tener en cuenta que esta faceta cómica debería ser el rasgo principal del personaje, pero no la única. Jack Sparrow (en las primeras películas, ojo) es un buen ejemplo. Vale que es un payaso, pero también tiene sus tormentos, ambiciones y sombras.

2)    Construye un arco argumental. Esto no es obligatorio, pero obligará al personaje a pasar por diferentes fases, algunas de ellas no relacionadas con su función cómica. El mejor ejemplo de esto es Merry y Pippin: al principio parece que están ahí por las risas, pero luego resulta que su presencia es fundamental en la trama de Isengard.

3)    Haz que sea proactivo. Los malos alivios cómicos solo están ahí para soltar chistes de cuando en cuando y no llevan la iniciativa en ningún momento. Un alivio cómico proactivo dejará de ser una máquina de contar chistes con patas y será más interesante. De nuevo, Merry y Pippin, en El retorno del rey, son un buen ejemplo.

4)    Que deje de ser un alivio cómico. Un alivio cómico no está obligado a cargar con ese papel siempre. Se puede hacer un falso alivio cómico. Al principio de El señor de los anillos, nuestro querido Samsagaz se presentaba como el compañero graciosito y torpe de Frodo. Y no necesito recordarle a nadie hasta dónde llega este personaje.

En definitiva, que un personaje cuya mera existencia es ser un alivio cómico tiene todas las papeletas de acabar convirtiéndose en un tormento insufrible (Jar jar Binks, ¡JAR JAR BINKS!)

Construir un buen alivio cómico: características secundarias

1)    No hace chistes fuera de lugar. Lo siento por Marvel, pero creo que esto es una asignatura que tienen pendiente en el MCU. Hay circunstancias en las que ni la persona más graciosa y dicharachera del multiverso soltaría un chiste.

2)    Se toma en serio la trama (a veces). Si el alivio cómico jamás se toma nada en serio, esta idea puede llegar a calar de forma inconsciente en el lector. Entonces, corremos el peligro de que él también decida no tomarse en serio la novela.

3)    Cae simpático y despierta empatía. Esto da para otro artículo, pero basta decir que un personaje que nos cae mal nunca podrá ser gracioso. Jamás. Esto explica por qué un bully de instituto choteándose del protagonista nunca nos hace gracia.

4)    Mejora la dinámica del grupo. Ya se sabe que un conjunto de personajes muy iguales es aburrido. Así pues, el alivio cómico es interesante porque nos permite definir nuevos matices entre las relaciones de los personajes. Más riqueza, vamos.

¡Y con esto acabamos con los alivios cómicos! Si tenéis más interés por el tema, aquí os dejo otro artículo relacionado con el humor: «Cuatro herramientas muy sencillas para generar comedia». Hasta entonces, nos leemos.

Borja Alonso

Borja Alonso Alonso (Remolinos, Zaragoza, 1989) se define como el auténtico fracaso renacentista. Químico, nutricionista, polifriki, cocinero y funcionario. En sus ratos libres escribe en Caja De Letras y Relatosymentiras, y a veces, la gente le lee. Primer premio en Diversidad Literaria (Antología de primavera, 2018), Librería París (Navidad, 2019) y FreakCon de Málaga (Relatos de fantasía, 2020). Autor en las antologías ShowYourRare y #OrgulloZombi. En Julio del 2020 publicó su primera novela corta, «Grumo y Mosquito».

2 Comentarios

  1. Anabel

    Hola Borja, me han parecido muy interesantes tus aportes. Porque aunque lo sabemos, no siempre somos conscientes y olvidamos que un alivio cómico puede convertise en algo chabacano y pesado. Lo tendré en cuenta ¡¡gracias!! 🙂

    Responder
    • Borja Alonso Alonso

      Hola, Anabel. ¡Muchas gracias por contestar ! La verdad es que el tema del humor lleva un trabajazo detrás que no veas. Seguiré escribiendo artículos para intentar ponérselo mas fácil a todo el mundo. ¡Un saludo y gracias por leernos!

      Responder

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