La relación de los escritores con las redes sociales es, cuanto menos, ambigua. Es innegable que son una herramienta de promoción potente e interesante que nos puede proporcionar esa difusión tan difícil de conseguir por otros medios. Ya seas autopublicado o cuentes con el respaldo de una editorial, las redes sociales tendrán un papel vital a la hora de darte a conocer y acercarte a tus lectores. Pero es evidente que no son todo ventajas. Tener una presencia optima en redes sociales requiere mucho trabajo, es una fuente peligrosa de distracciones, y volcar contenido inadecuado o hacer mal uso de este recurso puede hacernos mucho daño. Crear nuestra propia “imagen de autor” y convertirnos en generadores de contenido de calidad no es tarea fácil, por eso hoy vamos a repasar una lista de malas prácticas del escritor.
1º Ignorar a tu público
“Mi libro es para todo el mundo” es lo que suelen pensar un gran número de escritores, pero por mucho que nos guste esa idea, no es cierta. Debes saber a quién te diriges, qué edad y gustos pueden tener tus lectores potenciales y generar contenido pensando en ellos.
2º Hacer spam
Estar en todas las redes sociales, en todos los grupos de facebook que te permitan entrar, y colgar la portada de tu novela por todas partes, pedirle a perfectos desconocidos que te ayuden a hacer promoción (y enfadarte con ellos si no acceden a lo que les pides). Crear hashtags machacones y anunciarte usando frases promocionales escritas con mayúsculas que dicen cosas como “UNA HISTORIA CONMOVEDORA QUE TE LLEGARÁ AL CORAZON, LA MEJOR NOVELA QUE SE HA ESCRITO JAMÁS”. Actuar así es la mejor manera de que todo el mundo te odie. Por supuesto, no debes usar tus redes sociales para hablar únicamente de ti.
3º Abreviar o cometer faltas de ortografía
Un escritor jamás usa lenguaje SMS, da igual que twitter solo te proporcione 280 caracteres; usa tu ingenio ¿No eres escritor? Demuéstralo. Y no cometas faltas de ortografía. No hay una carta de presentación peor.
4º Obsesionarse con el número de seguidores
El número de seguidores no es decisivo, ni indicativo de éxito. Comprar “likes” en Facebook es, quizá, una herramienta útil para empresas, pero no para un autor, sobre todo porque los seguidores no siempre se traducen en mayor número de ventas. Usar las redes sociales exclusivamente como canal de venta es un error.
5º Venta agresiva
Mandar mensajes automatizados a todos tus contactos para hablar de tu libro o de tu próxima presentación, etiquetarlos en todos tus vídeos, en tus fotos, en todo lo que hagas y forzarlos que te respondan. Hazlo muy de seguido, a ser posible varias veces a la semana, y te asegurarás su odio eterno.
6º: Sé constructivo
No hace falta ponerse en plan Mr Wonderful. Pero procura mantener un discurso que aporte valor por sí mismo. No busques la confrontación y la polémica de forma gratuita para ganar unos cuantos «me gusta». A la larga ese tipo de estrategias acaban por pasar factura. Esto no quiere decir que huyas por norma de la controversia, o que esquives temas importantes para ti: política, ecología, feminismo, derechos humanos, LGTBI… pero hazlo de un modo constructivo, evitando polémicas vacías y, ante todo, no entres nunca en el juego de los trolls. Es una de las mañas practicas que debes evitar.
7º Fotos
Tal vez la foto de tu vecina en bikini sosteniendo tu libro como si fuese una azafata de boxeo no sea la mejor imagen de marca. Aunque conseguirás un buen número de comentarios babosos, también lograrás que nadie se fije en el libro. Cuida las imágenes que subes a internet y separa tu vida personal de la profesional.
8º Olvidarse de escribir
Las redes sociales están bien, pero no olvides que lo importante es escribir. Y la mayor parte de tu tiempo deberías dedicársela a eso.¿Qué os parecen estos consejos? ¿Crees que cometes algunas de estas malas prácticas del escritor? Esperamos que os sean útiles. No dudéis en compartir con nosotros vuestras opiniones y dudas.
Estoy de acuerdo, cuando comencé a relacionarme con escritores experimenté dos sentimientos, uno que logré superar (evitar que me corrigieran o hacerlo yo misma) , el segundo «odiar a los que pregonaban sus concursos ganados· (generalmente entre gente que pertenecía a una misma asociación literaria), como escuché alguna vez , se premian entre ellas, el sobre azul es mío, ja, ja, por eso en las bases debe aclararse que no debe haber lazos de amistad comprobables entre los participantes.
Hay muchas formas de promocionarte como autor sin ser molestos, o peor aún: ridículo.
Escritores modernillos, no valéis nada. Es ridículo como os pregonáis por las redes sociales. Verdaderamente ridículo.
Interesantes consejos. Me parece que son los mismos lineamientos de prudencia y humildad sin los cuales la arrogancia e insistente tendencia a resaltar las »virtudes» propias constantemente, hacen de cualquiera un pedante y antipático imbecil. Podría ser el equivalente a un comediante que se desternilla de risa ante sus chistes y repite la supuesta frase graciosa, intentando forzar la risa de su público, al cual, más que hacer reir, termina por poner de mal humor.